
LONDRES, 19 mayo – Los líderes de Gran Bretaña, Canadá y Francia amenazaron el lunes con sanciones contra Israel si el país no detiene una renovada ofensiva militar en Gaza y levanta las restricciones a la ayuda, aumentando aún más la presión sobre el primer ministro Benjamin Netanyahu.
El ejército israelí anunció el inicio de una nueva operación el viernes, y el lunes, Netanyahu afirmó que Israel tomaría el control de toda Gaza . Expertos internacionales ya han advertido sobre la inminente hambruna.
«La negación por parte del Gobierno israelí de proporcionar asistencia humanitaria esencial a la población civil es inaceptable y corre el riesgo de violar el Derecho Internacional Humanitario», afirma un comunicado conjunto publicado por el Gobierno británico.
Nos oponemos a cualquier intento de ampliar los asentamientos en Cisjordania… No dudaremos en tomar más medidas, incluidas sanciones específicas.
En respuesta, Netanyahu dijo que «los líderes de Londres, Ottawa y París están ofreciendo un premio enorme por el ataque genocida contra Israel del 7 de octubre mientras invitan a más atrocidades similares».
Dijo que Israel se defenderá por medios justos hasta lograr la victoria total, y reiteró las condiciones de Israel para poner fin a la guerra, que incluyen la liberación de los rehenes restantes y la desmilitarización de la Franja de Gaza.
Israel ha bloqueado la entrada de suministros médicos, alimentarios y de combustible a Gaza desde principios de marzo para intentar presionar a Hamás para que libere a los rehenes que el grupo militante palestino tomó el 7 de octubre de 2023, cuando atacó comunidades israelíes.
«Siempre hemos apoyado el derecho de Israel a defender a los israelíes del terrorismo. Pero esta escalada es totalmente desproporcionada», declararon los tres líderes occidentales en la declaración conjunta. Aseguraron que no se quedarían de brazos cruzados mientras el gobierno de Netanyahu llevara a cabo «estas acciones atroces».
Manifestaron su apoyo a los esfuerzos liderados por Estados Unidos, Qatar y Egipto para un alto el fuego inmediato en Gaza, y dijeron que estaban comprometidos a reconocer un Estado palestino como parte de una solución de dos Estados al conflicto.
Hamás acogió con satisfacción la declaración conjunta y describió la postura como «un paso importante» en la dirección correcta hacia el restablecimiento de los principios del derecho internacional.
La guerra terrestre y aérea de Israel ha devastado Gaza, desplazando a casi todos sus residentes y matando a más de 53.000 personas, muchas de ellas civiles, según las autoridades sanitarias de Gaza.
La guerra comenzó con el ataque liderado por Hamás el 7 de octubre de 2023, en el que los militantes mataron a unas 1.200 personas, en su mayoría civiles, y tomaron 251 rehenes, según recuentos israelíes.