Cassandra Pascal se graduó de King’s College en Western University en Londres, Ontario, hace cinco años. Escuchar en clases el uso despectivo de palabras (n-word), fueron uno de los varios incidentes racistas en la escuela que se han quedado con ella.
«Su seguimiento fue decir que había adoptado dos hijos de Haití», dijo Pascal, de 27 años, que ahora trabaja en análisis.
«Fue repugnante… estaba enojada. Pero tampoco sentía que tuviera un lugar adonde ir. Estaba en una clase llena de gente… y no sentí que vi ninguna otra reacción adversa como lo había hecho».
Después de los asesinatos policiales de George Floyd y Breonna Taylor este año, y Pascal se enteró de que su madre había tenido experiencias similares en Western más de 20 años antes, tomó medidas para cambiar la cultura de la escuela.
Tras esto, Pascal creó la cuenta de Instagram «Black at Western» a principios de julio como parte de su trabajo con un grupo de ex alumnos negros; donde se les permite a los estudiantes y exalumnos compartir historias sobre el racismo y el abuso que dicen haber sufrido en la escuela, de forma anónima si así lo desean. La página cuenta con más de 700 seguidores.
La cuenta de Pascal es una de más de una docena de cuentas de Instagram de este tipo creadas por estudiantes y exalumnos negros en varias universidades y escuelas secundarias de Canadá en los últimos meses.
Muchos creadores de cuentas citan la cuenta Black at Harvard Law como su inspiración. Fue una de las primeras cuentas de Instagram estadounidenses creadas a raíz de las protestas de Black Lives Matter en mayo y junio para exponer el racismo.
Al igual que Pascal, la mayoría de los estudiantes y exalumnos universitarios que administran estas cuentas dicen que están utilizando las experiencias compartidas en Instagram para responsabilizar a sus universidades y sugerir acciones que quieren que sus escuelas incorporen de inmediato.
Las universidades indicaron que se han acercado o están trabajando con sus respectivos creadores de cuentas de Instagram para ayudar a lograr el cambio.
Sin embargo, varios propietarios de cuentas dicen que apoyar a los estudiantes y negociar con sus universidades les está pasando factura, y que las universidades deberían pagar a las personas de color para que realicen este tipo de trabajo.
Los estudiantes y exalumnos de color que administran cuentas de Instagram para estudiantes de la Universidad de Concordia, junto con las personas que administran cuentas de escuelas de negocios en UBC y Queen’s, dijeron que leer detenidamente las historias de abuso es agotador y un recordatorio de sus propios traumas en la escuela; pero todos se sienten obligados a mantener las cuentas funcionando como una salida para los estudiantes.
Alumno desafía el legado de un profesor racista
Desde que creó Black at Western, Pascal ha publicado docenas de historias que detallan el racismo anti-negro que, según los autores, es perpetuado por estudiantes y profesores actuales y anteriores.
En particular, el grupo de exalumnos negros con el que trabaja Pascal envió 13 recomendaciones a la escuela a fines de junio, pidiendo específicamente que la universidad asumiera la responsabilidad de permitir que J. Philippe Rushton siga siendo miembro de la facultad hasta su muerte en 2012.
Rushton era un profesor de psicología que fue profesor durante 35 años y reforzó el racismo anti-negro a través de lecciones inquietantes que afirmaban que la raza y la inteligencia estaban relacionadas.
«Rushton fue la culminación y manifestación de todos mis peores miedos como estudiante», dice una publicación de un graduado de 1989 en la cuenta de Instagram Black at Western.
Tras las llamadas del grupo de ex alumnos, y después de que se publicara un informe de 66 páginas a finales de junio que detallaba el racismo en la escuela, Western se disculpó por mantener a Rushton como profesor.
En una declaración reciente, Western afirmó que la institución ha tomado múltiples pasos para «trazar un mejor camino», incluido el establecimiento de un grupo de trabajo contra el racismo en el otoño del año pasado, y creó un nuevo puesto de personal en mayo de este año con su Departamento de experiencia estudiantil para apoyar la equidad.
Dijeron que las llamadas del grupo Black at Western y sus intenciones están alineadas.
Si bien Western ha hecho mociones para trabajar con Pascal y adoptar los cambios sugeridos por el grupo, Pascal sigue siendo escéptico.
«No tengo sentimientos de emoción ni nada hasta que las cosas realmente suceden», dijo.
Cuentas creadas para que los estudiantes puedan apoyarse entre sí
Zou, que tiene 20 años, dijo que creó la cuenta de Instagram por frustración después de años de presionar a la administración para que se concentrara en iniciativas contra el racismo como miembro del gobierno estudiantil.
El año pasado, fue contratada para la Oficina de Equidad, Diversidad e Inclusión en la Queen’s Commerce Society, que está compuesta por comités dirigidos por estudiantes, ya que quería buscar directamente un trabajo de equidad dentro de la escuela de negocios.
«Pero el trabajo fue vigilado continuamente», dijo. «Me censuraban con frecuencia en lo que podía mencionar en nuestras redes sociales».
Luego, Zou creó la cuenta Stolen by Smith y la ejecuta con Meena Waseem, una estudiante de 19 años en la escuela de negocios. Desde su creación a principios de julio, se han visto inundados con cientos y cientos de publicaciones de estudiantes y exalumnos que desean compartir sus experiencias. La cuenta ahora tiene más de 12.000 seguidores.
«Estoy absolutamente impresionado por la cantidad de experiencias negativas que han tenido otros estudiantes marginados en esta escuela», dijo Zou.
Pero pasar horas leyendo las experiencias y trabajando para apoyar a otros estudiantes ha tenido un costo.
«Estaba recibiendo amenazas directas dirigidas hacia mí», dijo Zou. Fueron enviados a través de Instagram.
Zou dice que renunció a su trabajo de verano trabajando en el departamento de comunicaciones de la universidad y no ha completado los cursos de verano debido a la energía y el tiempo que le ha dedicado a Stolen by Smith, así como a las reuniones con la escuela.
«Es un trabajo debilitante porque es agotador», dijo. «Gran parte del trabajo de equidad realizado en esta escuela ha sido dirigido por gente racializada».
«Hay mucho estrés, ansiedad, agotamiento que está involucrado», dijo Waseem. «Ha sido doloroso. No estaríamos haciendo esto si no creyéramos que es necesario».
Tanto Waseem como Zou continúan reuniéndose con la universidad, incluida Brenda Brouwer, decana del programa de comercio. Esperan que se adopten sus llamados a la acción, que incluyen el desarrollo de un plan de estudios que aborde la discriminación y la violencia sexual.
Hasta ahora, Waseem dice que la escuela debe comprometerse con acciones más concretas.
