Con solo tres meses para el final, las empresas que comercian entre Canadá y el Reino Unido están preocupadas por no tener un acuerdo posterior al Brexit en vigor.
Aunque el Reino Unido abandonó la Unión Europea en enero, los términos del Acuerdo Económico y Comercial Integral (CETA) de la UE con Canadá continúan aplicándose hasta el 31 de diciembre, lo que ofrece un poco más de tiempo para negociar un acuerdo de reemplazo bilateral.
«A medida que el período de transición del Reino Unido y la UE se acerca a su fin, el tiempo corre», se lee en un comunicado conjunto el lunes de la Confederación de la Industria Británica y la Cámara de Comercio de Canadá. «Los beneficios que tienen las empresas con el CETA están destinados a desaparecer y sin un acuerdo comercial en vigor, nuestros dos países entrarán en territorio desconocido.
«Después de meses de interrupciones en el comercio y la cadena de suministro debido a la pandemia, la continuación de la incertidumbre a medida que nuestras economías se reconstruyen lentamente no es un entorno que las empresas puedan soportar», dijeron.
El CETA ha sido bueno para ambos países, según el comunicado, impulsando el comercio bidireccional en aproximadamente un 10% durante sus primeros dos años. Es por eso que están pidiendo un acuerdo bilateral para reemplazarlo «en la primera oportunidad».
Negociaciones intermitentes
El 7 de septiembre, la secretaria de Comercio británica, Liz Truss, dijo que las conversaciones comerciales con Canadá habían «comenzado». De hecho, las negociaciones han sido intermitentes durante varios años.
Los funcionarios canadienses nunca se alejaron realmente, pero hicieron una pausa cuando el viaje de Gran Bretaña hacia una política comercial independiente tuvo problemas.
Según la oficina de la ministra de Comercio Internacional, Mary Ng, los funcionarios ahora están trabajando hacia un «acuerdo de transición» para minimizar las interrupciones para las empresas y los trabajadores.
El Reino Unido espera finalizar sus términos de intercambio con la UE en una cumbre el próximo mes. Cree que otros socios comerciales ahora tienen suficiente claridad para proceder con sus propios acuerdos, y de hecho algunos lo han hecho, incluido Japón a principios de este mes.
Un acuerdo de transición con Canadá a corto plazo no será lo mismo que un acuerdo bilateral personalizado. Eso llevaría mucho más de tres meses para concluir.
Sin embargo, evitaría que los dos países «se salgan» del CETA, ofreciendo una medida provisional hasta que ambas partes tengan tiempo y capacidad para negociar algo más personalizado.
Primer intento estancado
El gobierno de la ex primera ministra británica Theresa May originalmente esperaba «renovar», es decir, extender, con solo pequeños ajustes, tantos acuerdos comerciales de la Unión Europea como fuera posible, incluido el de Canadá.
Estuvieron cerca a principios de 2019. Una propuesta para extender CETA había ido al gabinete de Justin Trudeau.
Pero en un esfuerzo de último minuto para garantizar que las empresas británicas no se vieran perjudicadas por un inminente «Brexit duro» (salir de la unión aduanera de la UE sin acuerdos para reemplazar sus beneficios), el gobierno de May anunció dramáticos recortes arancelarios globales que hicieron que Canadá pensara dos veces si dejar en pie algunas de sus concesiones del CETA.
Cuando Boris Johnson asumió el cargo de primer ministro, su gobierno cambió su enfoque hacia la negociación de nuevos acuerdos comerciales bilaterales con países que anteriormente no tenían acuerdos comerciales con la UE, como Estados Unidos.
En mayo pasado, el Reino Unido aumentó su apuesta y publicó una nueva lista de aranceles sobre las importaciones de países como Canadá si no se llegaban a acuerdos.
Pero las negociaciones con Canadá no se intensificaron de inmediato, y los funcionarios canadienses querían más certeza sobre los términos comerciales de Gran Bretaña con la UE.
Canadá observa la relación Reino Unido – UE
«Seguimos instando tanto al Reino Unido como a la UE a que lleguen a un acuerdo sobre su relación futura y garanticen que preservan los logros del Acuerdo del Viernes Santo», dijo Ryan Nearing, secretario de prensa del ministro Ng.
«Cualquier futuro acuerdo comercial entre Canadá y el Reino Unido estará influenciado por la relación comercial entre el Reino Unido y la UE, así como por cualquier enfoque comercial unilateral del Reino Unido», agregó.
Los conservadores canadienses, en particular el exlíder Andrew Scheer, han expresado entusiasmo por el Brexit y criticado al gobierno liberal por cubrir sus apuestas y caminar lentamente hacia el libre comercio con una Gran Bretaña independiente, dados sus vínculos históricos.
