Muchos canadienses están recortando sus gastos esta Navidad luego de enfrentar un 2023 con una inflación sin precedentes.
Para muchos, por no decir todos, las billeteras se sienten especialmente livianas mientras luchan por cumplir con las expectativas de comprar regalos y cocinar comidas especiales para familiares y amigos durante las fiestas.
Las familias canadienses sienten la presión financiera para mantener el nivel de tradición, o el nivel de comodidad, o el nivel de entretenimiento al que han estado acostumbrados debido al incremento en el costo de vida insostenible en el cual se encuentra el país.
Una cena navideña tradicional para un grupo de cuatro a seis personas costará alrededor de 104,85 dólares en promedio este año, según datos de Estadísticas Canadá. Eso incluye pavo, patatas, salsas, verduras, relleno, ponche o vino y por supuesto el postre.
El costo variará dependiendo de dónde viva en Canadá: los precios de los alimentos son más altos en las provincias marítimas, por ejemplo, e incluso más en los territorios del norte.
Si bien los precios de los alimentos están cayendo lentamente después de tres años de inflación, los artículos típicamente asociados con las cenas navideñas siguen siendo caros. El pavo ha subido un cinco por ciento respecto al año pasado, mientras que las patatas han subido casi un siete por ciento y las zanahorias casi un 13 por ciento.
La realidad canadiense
El número de canadienses que utilizan los bancos de alimentos en todo el país alcanzó niveles récord este año, con más de 1,9 millones de visitas a los bancos de alimentos en marzo de 2023, superando el récord anterior establecido el año pasado en un 32 por ciento.
En una encuesta nacional publicada en octubre de 2022, el 30 por ciento de los canadienses dijeron que comían alimentos menos saludables debido al aumento de los costos. Casi el 20 por ciento dijo que se saltaba las comidas para ahorrar dinero.
El Agri-Food Analytics Lab predice que los precios de los alimentos seguirán aumentando el próximo año, pero a un ritmo más bajo, del 2,5 al 4,5 por ciento en general.
Si bien los datos de Statistics Canada muestran que el componente alimentario del índice de precios al consumidor ha aumentado un 5,9 por ciento en los últimos 12 meses, el informe de 2024 de Agroalimentación encontró que la familia promedio en realidad gastó 693 dólares menos en alimentos.
Eso significa que probablemente estaban comiendo menos o cambiando de categoría a alternativas más baratas para cubrir otros gastos crecientes.
Según una encuesta de julio realizada por Ipsos, el 47 por ciento de los consumidores de carne dijeron que planeaban reducir su consumo de carne este año. El costo fue la razón más común citada para la decisión.
Algunas de las razones de los recortes en esta temporada navideña se deben a las presiones financieras relacionadas con la inflación que se sienten en otras áreas, como la vivienda y altas tasas de interés en préstamos.
Reducir el presupuesto para alimentos, es algo a lo que recurren los canadienses cuando necesitan cubrir algunos de estos costos mayores. Muchas familias luchan con la renegociación de su hipoteca a una tasa más alta o que su alquiler aumenta repentinamente. No es algo que se pueda arreglar en el corto plazo.
La realidad es que los costos de vivienda en Canadá, es lo que realmente está consumiendo todos estos otros gastos discrecionales y eso incluye la cena y los regalos de navidad.
Emocionalmente duro
El gobernador del Banco de Canadá, Tiff Macklem, dijo la semana pasada que la confianza del consumidor se encuentra en un nivel recesivo (incluso con la tasa de desempleo en niveles anteriores a la COVID) y que «no hay duda» de que la inflación es una gran parte del problema.
«La gente siente que está trabajando duro, pero sus sueldos no están comprando lo que solían hacer», dijo en una conferencia de prensa después de su último discurso del año.
Hoy tristemente, algunos canadienses, están renunciando por completo a las tradiciones navideñas.
