La Policía de Hong Kong detuvo anoche a la conocida activista prodemocrática Agnes Chow, una de las dirigentes del disuelto partido Demosisto, y muy cercana a su exsecretario general, Joshua Wong, además de a otras dos personas, informaron hoy los medios locales.
La detención de Chow, de 23 años, se suma a las otras ocho llevadas a cabo ayer, entre ellas la del magnate de la comunicación Jimmy Lai y varios directivos de la compañía Next Digital, editor del diario Apple Daily, crítico con Pekín, cuya sede fue registrada.
Según la prensa hongkonesa, Chow fue detenida bajo la acusación de «conspiración con fuerzas extranjeras para poner en riesgo la seguridad nacional», uno de los delitos contemplados en la nueva ley de seguridad nacional aprobada por la Asamblea Nacional Popular (ANP) china.
Los otros dos detenidos anoche son Andy Li, de la Misión de Observación Electoral puesta en marcha para los comicios de distrito del pasado noviembre, y Wilson Li Chung-chak, miembro al igual que Chow del extinto «Escolarismo», movimiento estudiantil creado en 2012 en protesta contra el modelo de educación impuesto por Pekín en Hong Kong.
Chow, junto a Wong y Nathan Law -que huyó de Hong Kong el 2 de julio- fundaron Demosisto en 2016, partido que abogaba por la independencia de la excolonia británica y que se autodisolvió horas después de entrar en vigor la ley de seguridad nacional el pasado 30 de junio.
Law confirmó la detención de Chow en un mensaje de la red social Twitter:
«Agnes Chow ha sido detenida bajo la Ley de Seguridad Nacional y estamos todavía recopilando información sobre los detalles de su arresto. Un día horrible», escribió Law.
El magnate de los medios de comunicación hongkonés Jimmy Lai, muy crítico con Pekín, fue detenido el martes igualmente al amparo de la nueva ley de seguridad.
La Policía también llevó a cabo un registro de tres horas en la redacción del Apple Daily, diario fundado por Lai, y detuvo a al menos otras ocho personas: sus dos hijos, varios ejecutivos del grupo mediático que encabeza y dos activistas del movimiento prodemocrático de la ciudad.
La Policía confirmó que las detenciones se llevaron a cabo por sospechas de «confabulación con fuerzas extranjeras o elementos externos para poner en peligro la seguridad nacional, conspiración para defraudar y otros delitos», al tiempo que anunció que se llevarían a cabo más arrestos.
Estas detenciones se producen días después de que Estados Unidos anunciase sanciones a once funcionarios hongkoneses y chinos, entre ellos la jefa del Ejecutivo de la ciudad, Carrie Lam, por su implicación en la promulgación de la «draconiana» ley de seguridad nacional, que, según Washington, menoscaba la autonomía de la ciudad; Pekín respondió ayer con sanciones similares.
Tanto antes como después de su entrada en vigor, en el seno del movimiento prodemocrático se rumoreaba que Lai sería de los primeros en tener problemas con la nueva ley, algo pese a lo que el magnate -que tiene pasaporte británico- decidió quedarse en Hong Kong, ciudad a la que entró como polizón en un barco desde la China continental cuando tenía 12 años.