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Algunas de esas enfermedades incluyen la enfermedad de Alzheimer, el trastorno depresivo mayor y la epilepsia.

Lo que hace la nueva técnica es utilizar imágenes de una resonancia magnética para crear digitalmente un modelo del hipocampo. Esto es importante porque el tejido se pliega como una sábana, lo que dificulta el diagnóstico de cambios según DeKraker.

«Básicamente, lo que estamos haciendo es usar un montón de herramientas computacionales para intentar desplegar esa estructura de modo que podamos echar un vistazo a todas las diferentes partes de ese tejido», agregó.

El profesor asistente de Western, Ali Khan, fue una de las personas que supervisó el trabajo de DeKraker.

«Al aplanarlo, hace que se vea muy similar entre las personas, por lo que ahora puede encontrar los puntos correspondientes en una persona y en otra, lo que nos da una manera de comparar», especificó.

Esta es la culminación del trabajo de doctorado de DeKraker en Western. Se ha publicado en la revista Trends in Neurosciences, y DeKraker cree que esto abrirá un nuevo nivel de comprensión de ciertos trastornos cerebrales.

«Nos gustaría intentar diagnosticar y comprender mejor, quizás, diferentes subtipos de la enfermedad para poder elegir un tratamiento que tenga más probabilidades de funcionar para esa persona», agregó.

Y más investigaciones y desarrollo se derivarán del trabajo de DeKraker.

«Estamos desarrollando una aplicación basada en la web que se puede utilizar para realizar automáticamente este despliegue y para proporcionar métodos de aprendizaje automático o basados ​​en inteligencia artificial para cuantificar cómo el hipocampo se ve realmente afectado en diferentes individuos», explica Khan.