¿Sabía que hay tuberías de cemento de asbesto bajo tierra en todo Canadá? Esto es desconocido para muchos, hasta los efectos nosivos que tiene este material en la salud de las personas solo con inhalarlo.
Lo que mostró esta investigación fue que estas tuberías, instaladas hace décadas y casi al final de su vida útil, todavía no solo estaban en uso, sino que también entregaban agua del grifo a los canadienses. Y a medida que estas tuberías se deterioran y fallan, filtran asbesto en el agua.
Esto fue un completo shock para Michael Abercrombie, un plomero que solía trabajar con tuberías de cemento de asbesto en los años 70 y 80. Y en ese momento usó estas tuberías solo para alcantarillas y desagües pluviales alrededor de Collingwood, Ontario, nunca para agua potable.
«Eso me parece increíble», declaró después de que le dijera que se usaban y todavía se usan para entregar agua del grifo.
A Abercrombie recientemente le extirparon uno de sus pulmones después de que le diagnosticaron mesotelioma. Él cree que todos esos años de trabajar con asbesto tuvieron un precio traicionero.
Sin embargo, la ciencia sobre la ingestión o el consumo de agua con asbesto sigue siendo muy cuestionada. Pero hay un creciente cuerpo de investigación que sugiere que ingerir estas fibras podría elevar el riesgo de cáncer de estómago y otros cánceres gastrointestinales.
Agostino Di Ciaula, médico e investigador del departamento de Ciencias Biomédicas y Oncología Humana de Bari Poly Clinic en Italia, ha publicado artículos que sugieren posibles vínculos entre el agua potable que contiene amianto y los cánceres gastrointestinales.
Pero él cree que hasta que haya más datos, como medida de precaución, se debe eliminar la exposición humana al asbesto en el agua potable.
«Las fibras de asbesto deberían estar ausentes en el agua potable», sostuvo. «Si una tubería es responsable de la entrega de fibras de asbesto en el agua, la tubería debe reemplazarse lo antes posible. Una pequeña concentración puede representar una exposición crónica a un agente tóxico bien conocido».
SIN LÍMITES DE AMIANTO EN EL AGUA POTABLE
Health Canada sostiene que no hay evidencia consistente de que beber o ingerir asbesto sea dañino, por lo que actualmente no existe un límite máximo que pueda estar en el agua canadiense.
Y sin límite máximo, dijo la agencia, no había necesidad de pruebas. Es probable que esa sea la razón por la cual muy pocas comunidades en Canadá actualmente realizan pruebas de asbesto en el agua.
Julian Branch, un ex periodista que ahora es activista, ha estado tratando de alertar a todos los niveles del gobierno sobre este problema durante años y argumenta que hay una «falta total y absoluta de responsabilidad política».
El residente de Regina no entiende por qué no hay pruebas generalizadas y más urgencia sobre el tema.
