ONTARIO – Un estudio global dirigido por investigadores en Hamilton ha descubierto un vínculo entre las carnes procesadas y un aumento de las enfermedades cardiovasculares y la muerte.
El estudio, publicado en The American Journal of Clinical Nutrition, encontró que comer más de 150 gramos de carne procesada por semana se asoció con un 46% más de riesgo de enfermedad cardiovascular y un 51% más de riesgo de muerte en comparación con aquellos que no comió carne procesada en absoluto.
Para llegar a esta conclusión, el equipo de investigación, que incluía un grupo de la Universidad McMaster, hizo un seguimiento de las dietas y los resultados de salud de más de 134.000 personas en 21 países durante 9.5 años utilizando el estudio Prospective Urban Rural Epidemiology (PURE), un cuestionario basado en proyecto de investigación.
En total, 195 personas que comieron al menos 150 gramos de carne procesada por semana murieron por problemas cardiovasculares durante el período de estudio, en comparación con 80 personas que no comieron carne procesada en absoluto.
Mientras tanto, 104 personas que evitaron la carne procesada desarrollaron una enfermedad cardiovascular importante, en comparación con 613 personas que comieron más de 150 gramos de carne procesada por semana.
Por el contrario, los investigadores no encontraron asociación entre las carnes rojas o las aves de corral sin procesar y las enfermedades cardiovasculares.
«La totalidad de los datos disponibles indica que es poco probable que consumir una cantidad modesta de carne sin procesar como parte de un patrón dietético saludable sea dañino», afirmó Mahshid Dehghan, investigador del Instituto de Investigación de Salud de la Población (PHRI) de la Universidad McMaster, en un comunicado de prensa.
Los investigadores señalan que los resultados fueron bastante uniformes en los países involucrados en la investigación, lo que significa que es menos probable que otros factores influyan en los resultados.
“La consistencia de los resultados en diferentes regiones con estilos de vida marcadamente diferentes e ingestas de carne roja y aves de corral sin procesar hace que sea menos probable que los factores de confusión, que podrían haber variado en diferentes regiones, expliquen nuestras observaciones”, escribieron en el estudio.
Dicho esto, los investigadores agregaron que se deben realizar más estudios para comprender si la forma en que se preparan las carnes juega un papel en los resultados y si los alimentos que ingieren las personas en lugar de las carnes procesadas también son un factor en su salud general.
«Una limitación adicional fue que no pudimos incluir el método de cocción para cada país», escribieron los investigadores en el estudio. «Reconocemos que esta limitación podría atenuar la asociación entre las carnes rojas y las aves de corral sin procesar y los resultados sanitarios».
