Santiago de Chile, 6 nov (EFE).- Los más de 3.000 funcionarios del Registro Civil e Identificación chileno aceptaron hoy la última propuesta del Gobierno y pusieron fin a un paro de 39 días que causó fuertes pérdidas y molestias entre los miles de usuarios que necesitaban obtener o renovar su documentación legal.
La primera información la entregó el Ministerio de Justicia a través de su cuenta en Twitter: «Ahora Ministra Javiera Blanco, Ministerio de Hacienda y Directorio de los trabajadores firman acuerdo que pone fin a paralización del registro Civil de Chile».
Tras una reunión que se extendió por más de tres horas, la más larga en los 14 días de negociación, la presidenta de los trabajadores, Nelly Díaz, afirmó que el Gobierno entregó una nueva propuesta que se acerca un poco más a lo esperado por sus representados.
«Vinimos a firmar el protocolo de acuerdo. Se depone el paro, llegamos a acuerdo. Se entrega un nuevo bono (monto que no especificó) y trabajaremos en una mesa técnica a contar de diciembre», señaló Díaz a las decenas de periodistas que le esperaban a la salida del Ministerio de Justicia.
Explicó que el bono quedó plasmado en las remuneraciones a contar de 2017 de acuerdo con la productividad y actuaciones. «A mí me hubiese gustado quedar más conforme, pero entendimos que era por el momento lo que queríamos obtener y más adelante veremos cómo lo perfeccionamos», añadió la dirigente.
Díaz indicó que con la autoridad «acordamos que no vamos a tener represalias» y aseguró que durante la movilización ningún funcionario ha sido despedido.
Según el diario La Tercera, un primer bono de 129.000 pesos (unos 185 dólares) se entregará el tercer trimestre de 2016 a los 3.182 trabajadores del servicio mientras que el segundo cupón equivalente a 518.000 pesos (unos 745 dólares) se entregaría en 2017.
En tanto, la ministra de Justicia, Javiera Blanco, señaló a los periodistas que con el término de esta extensa huelga se está «dando una señal importante en términos de que hay que ser responsable con las finanzas.
«Hemos acordado avanzar en un esfuerzo que ha hecho el Gobierno. No hay que sacar cuentas felices, nadie ha ganado aquí», enfatizó.
La ministra anunció que este fin de semana se trabajará en turnos especiales con el fin de regularizar un servicio que ha estado paralizado por 39 días.
«La paralización no fue buena para nadie, fue muy dañina para los chilenos», añadió la autoridad en alusión a los miles de nacionales y extranjeros que todos los días hacían largas filas con el fin de conseguir un número que les permitiera ser atendidos.
En tanto, la presidenta del Partido Socialista (PS), senadora Isabel Allende, quien manifestó su conformidad con el acuerdo entre las partes, compartió las palabras de la ministra Blanco, al señalar que «con esta movilización nadie ganó, solo perdieron los ciudadanos».
«Nos queda la lección de que con intransigencia no se avanza y que solo con el diálogo se puede solucionar las diferencias», sentenció Allende.
Los funcionarios mantuvieron durante los días en huelga los llamados «turnos humanitarios» (éticos), que consistían en distribuir unos 150 números entre las personas que esperaban desde la madrugada.
En los últimos días, las personas pernoctaban durante la noche para poder quedar en los primeros lugares de la fila y en varias oportunidades la presidenta de los trabajadores fue insultada y atacada con monedas al igual que el actual director del servicio, Luis Acevedo.
La movilización, la más larga de este organismo desde el retorno de la democracia en 1990, incluyó amenazas de huelga de hambre, la destitución de la directora nacional del organismo, Teresa Alanis, amagos de sumario y el despido de algunos directores regionales.
