
Estados Unidos anunció la revocación de la visa del presidente colombiano Gustavo Petro tras su participación en una manifestación pro palestina en Nueva York y sus declaraciones contra la política exterior de Washington.
El Departamento de Estado calificó las palabras del mandatario como “imprudentes e incendiarias”, subrayando que no corresponden al comportamiento esperado de un jefe de Estado en visita oficial.
La controversia estalló el viernes, cuando Petro se unió a una protesta frente a la sede de la ONU y llamó a los soldados estadounidenses a desobedecer las órdenes del presidente Donald Trump en relación con el conflicto en Gaza. “Les pido que no apunten sus armas contra la gente. Que obedezcan las órdenes de la humanidad y no las de Trump”, expresó ante cientos de manifestantes.
La medida de Washington se produce en medio de tensiones diplomáticas por la guerra en Gaza y la creciente presión internacional hacia Israel. Países como Francia, Reino Unido, Australia y Canadá ya han reconocido al Estado palestino, una decisión que generó fuertes críticas de Israel y de su aliado más cercano, Estados Unidos.
Petro, primer presidente de izquierda en la historia de Colombia y abierto crítico de la ofensiva israelí, había acusado días antes a Trump de ser “cómplice del genocidio” durante su intervención en la Asamblea General de la ONU. También pidió que se investigara al gobierno estadounidense por ataques con misiles contra supuestas embarcaciones vinculadas al narcotráfico en el Caribe.
En paralelo, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu respondió ante la Asamblea, denunciando que el reconocimiento internacional de Palestina enviaba un mensaje equivocado: “asesinar judíos es rentable”.

El conflicto en Gaza sigue siendo el telón de fondo de este enfrentamiento diplomático. Según autoridades locales, más de 65.000 palestinos han muerto desde que Israel lanzó su ofensiva militar en octubre de 2023, tras un ataque de Hamás que dejó 1.200 israelíes muertos y cientos de rehenes.
La decisión de Estados Unidos de restringir la entrada al presidente Petro marca un punto de inflexión en las relaciones bilaterales, con posibles repercusiones tanto para la cooperación en materia de seguridad como para la posición de Colombia en la política internacional.