Inicio Latinoamerica Ortega celebra su victoria en un proceso cuestionado dentro y fuera del...

Ortega celebra su victoria en un proceso cuestionado dentro y fuera del país

453
0

Managua, 7 nov (EFE).- El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, declarado ganador de los comicios del domingo por el Consejo Supremo Electoral (CSE), celebró hoy su victoria en un proceso cuestionado tanto por la ausencia del principal bloque opositor como de la observación internacional.

El mandatario, quien fue reelegido para su cuarto periodo, esta vez junto a su esposa Rosario Murillo como vicepresidente, agradeció a las familias nicaragüenses que votaron por ellos y ratificó su compromiso de trabajar «sin descanso, sin fatigas, sin vanidades, con sencillez y modestia, para continuar creando esta Nicaragua de reconciliación, justicia y paz».
Con el 99,8 % de las mesas electorales escrutadas, Ortega ha conseguido 1.803.944 votos, equivalentes al 72,5 %, frente al 15 % (373.230) de su principal rival, el exguerrillero de la «Contra» Maximino Rodríguez, de la opositora alianza Partido Liberal Constitucionalista (PLC), según los datos oficiales del escrutinio.
Los líderes del Frente Amplio Democrático (FAD), la principal coalición opositora de Nicaragua y que fue afectada por una serie de fallos judiciales por los cuales no compitió, ya han dejado claro que no reconocerán los resultados de esta «farsa electoral y fraude constitucional».
Han exigido además la celebración de elecciones libres y transparentes, porque las de este domingo «son ilegales».
El Gobierno de Estados Unidos se mostró hoy «profundamente preocupado» porque los «fallos» del proceso electoral en Nicaragua «imposibilitaron unas elecciones libres y justas».
«Antes de las elecciones, el Gobierno de Nicaragua dejó fuera a candidatos opositores a la Presidencia, limitó la observación nacional en los centros de votación y el acceso a las credenciales de voto y tomó otras medidas para negar espacio democrático en el proceso», precisó el portavoz adjunto del Departamento de Estado, Mark Toner, en un comunicado.
«La decisión del Gobierno de Nicaragua de no invitar a observadores electorales internacionales e independientes degradó aún más la legitimidad de las elecciones», alegó.
En su nota, EE.UU. dijo que continuará «presionando al Gobierno de Nicaragua para que respete las prácticas democráticas, incluyendo la libertad de prensa y el respeto por los derechos humanos universales, de acuerdo con las obligaciones compartidas bajo la Carta Democrática Interamericana», el instrumento jurídico garante de la democracia de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Por su lado, el presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, lamentó hoy la ausencia de observadores internacionales «con mayores potestades» en las elecciones en Nicaragua.
Por decisión de Ortega, los comicios no contaron con observadores de la OEA ni la Unión Europea (UE), entes que cuestionaron el proceso electoral de 2011, en el que obtuvo su segunda elección consecutiva.

En la otra cara, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, expresó hoy sus «efusivas felicitaciones» a Ortega, tras conseguir su cuarto mandato y tercero consecutivo.
Asimismo, reiteró «su voluntad» de seguir trabajando con Nicaragua desde la Alianza Bolivariana para los pueblos de las Américas (ALBA), para «la construcción de un mundo multicéntrico y pluripolar que, sin imperios y con justicia, nos encamine hacia el ‘Supremo Sueño de Bolívar’ y del comandante eterno Hugo Chávez».
Bolivia, Cuba, Ecuador, El Salvador y México también han felicitado a Ortega por su victoria.
Por otro lado, cuatro organizaciones cívicas aseguraron hoy que Nicaragua sufrió una ruptura del orden democrático y un «retroceso» en la transparencia electoral «en comparación con las tres últimas elecciones, que carecieron de credibilidad».
«La transparencia electoral fue erosionada ya que se eliminaron casi todos los pesos y contrapesos que generan confianza», señaló en un informe el Consorcio Panorama Electoral, integrado por cuatro organizaciones.
El Consorcio calificó además de «inédita» la decisión de los poderes Judicial y Electoral de despojar al principal bloque opositor en pleno proceso electoral de su casilla y sus diputados en el Parlamento, electos en los comicios pasados.
A juicio de esos organismos, el proceso electoral representó una ruptura del orden democrático según establecen varios convenios internacionales, entre los que se cita la Carta Democrática Interamericana de la OEA.
Además de la victoria de Ortega, el oficialista Frente Sandinista de Liberación Nacional, con mayoría absoluta, mantendrá el control en la Asamblea Nacional de Nicaragua.
En tercer lugar se sitúa el ganadero José del Carmen Alvarado, del Partido Liberal Independiente (PLI), con un 4,5 %, según el informe provisional leído por el titular del CSE, Roberto Rivas.
En cuarto lugar se ubica el pastor evangélico Saturnino Cerrato, con el 4,3 %, de la Alianza Liberal Nicaragüense (ALN).
En quinta posición está el abogado Erick Cabezas, del Partido Conservador (PC), con un 2,3 % de los votos; y en sexto y último lugar Carlos Canales, de la Alianza por la República (Apre), con un 1,4 %.
Rivas destacó que esos resultados son irreversibles y ya no ofrecerán una comparecencia para rendir un informe con el 100 % de las mesas escrutadas.
Antes de la lectura de estos primeros resultados, anoche, miles de simpatizantes del presidente Ortega y Murillo salieron a las calles y plazas de Managua para celebrar anticipadamente su victoria en las elecciones de este domingo.
Los nicaragüenses votaron para elegir entre otros cargos a su próximo presidente, con Ortega como favorito a la reelección, en una jornada caracterizada por la «normalidad», según las autoridades, y una baja afluencia de votantes, según los opositores.
Ortega era el gran favorito para conseguir su cuarto mandato y tercero consecutivo, está vez junto a su influyente esposa, aspirante a vicepresidenta, en un proceso cuestionado tanto por la ausencia del principal bloque opositor como de la observación internacional.
Previo a la lectura de los primeros resultados provisionales, líderes del Frente Amplio Democrático (FAD), la principal coalición opositora de Nicaragua, declararon que no reconocerán los resultados de esta «farsa electoral y fraude constitucional».
El principal bloque nicaragüense para estas elecciones era la Coalición Nacional por la Democracia, que tras fallos de los poderes Electoral y Judicial que devinieron en su anulación, se dividió en el FAD y Ciudadanos por la Libertad.
En una proclama, el FAD concluyó que más del 70 % de la población a nivel nacional no ejerció el sufragio y de esa forma expresaron su total «repudio al proyecto de partido único de Ortega y su familia».
Exigieron además la celebración de elecciones libres y transparentes, porque las de este domingo «son ilegales».
La autoridad electoral minimizó la posición de ese grupo, sostuvo que el nivel de participación fue de 68,2 % de los ciudadanos que se encontraban empadronados y los tildó de «enemigos de la democracia».
«Son los enemigos de nuestra patria, son esas personas que hacen pasarelas en los canales de televisión y en las embajadas, en el congreso norteamericano, tratando de acabar con la imagen de nuestro país», denunció Rivas.
Un total de 4,34 millones de nicaragüenses estaban convocados este domingo para elegir a un presidente, un vicepresidente, 90 diputados ante la Asamblea Nacional y 20 representantes ante el Parlamento Centroamericano.

Luis Felipe Palacios

Dejar una respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here