Miles de yemeníes participaron hoy en el entierro del gobernador de Saná, Abdelqader Hilal, fallecido junto con otras 140 personas en el bombardeo del pasado sábado contra un funeral en la capital del Yemen, ataque del que se responsabiliza a la coalición árabe dirigida por Arabia Saudí.
Entre gritos de protesta como: «No hay más dios que Alá y los saudíes son enemigos de Alá», los participantes portaron el féretro de Hilal desde la Gran Mezquita, ubicada en el casco antiguo de la capital, hasta el cementerio donde se dio sepultura al difunto gobernador, en el centro de la ciudad.
Hilal pertenecía al partido Conferencia Popular General, dirigida por el expresidente yemení Ali Abdalá Saleh, aliado de los rebeldes hutíes que ayer clamó venganza contra Arabia Saudí por lo sucedido.
Ayer, miles de manifestantes se concentraron ante la sede de la ONU, convocados por los rebeldes hutíes, para condenar el ataque, en el que, según varias fuentes, también resultó herido el ministro del Interior del Gobierno de los rebeldes hutíes, Yalal al Ruishan.
En la protesta, los asistentes entonaron cánticos contra la coalición árabe y contra Estados Unidos.
Por su parte, la alianza encabezada por Riad negó ser la responsable de la masacre y prometió que pondría en marcha una investigación para esclarecer lo ocurrido.
El ataque, en el que más de 500 personas resultaron heridas, tuvo como blanco el funeral de la madre de Al Ruishan, en un momento en el que alrededor de mil personas presentaban sus condolencias a los familiares de la difunta.Saná, 10 oct (EFE).-
