Washington, 28 oct (EFE).- El senador Lindsey Graham protagonizó hoy el debate de los cuatro aspirantes de la candidatura republicana a la Presidencia de Estados Unidos más rezagados en las encuestas, con bromas y un discurso más directo.
Graham centró la atención en la primera parte de este tercer debate republicano junto al exsenador Rick Santorum, el gobernador de Luisiana Bobby Jindal y el exgobernador George Pataki, emitido por el canal financiero CNBC.
El senador, que confía en remontar en las encuestas, protagonizó el debate con un inusual tono distendido en el que dijo que si resulta elegido «como comandante en jefe, esta mierda se acaba», en referencia a los recientes roces militares con China.
«A los chinos, cuando les toque lidiar conmigo, les tocará o un puño cerrado o una mano abierta. Ellos eligen», apuntó Graham.
El senador, considerado uno de los expertos republicanos en relaciones internacionales, centró su discurso en criticar la política exterior del presidente de EE.UU., Barack Obama, al que calificó de «incompetente» y dijo que no es lo suficientemente duro con China o Rusia.
«Necesitamos un comandante en jefe que pueda ganar una guerra», apuntó en el debate, celebrado en la Universidad de Colorado, en Boulder.
Graham, que apoyó en 2013 un proyecto de reforma migratoria bipartidista, defendió la necesidad de una política migratoria que permita la llegada de trabajadores extranjeros.
«Quiero arreglar el sistema migratorio (…) estoy cansado de decirle a la gente lo que quiere oír, que sabemos que no vamos a hacer», explicó.
El debate previo se centró en temas económicos, a lo que Graham, que sigue sin repuntar en las encuestas en una carrera por la nominación presidencial republicana para 2016 con 14 candidatos, aportó propuestas para reformar el impuesto de sociedades de EE.UU.
Graham fue más agresivo que en anteriores debates e incluso llegó a asegurar: «Si quieren la mejor política de cerveza, soy tu candidato. Mi padre era dueño de un bar».
