La Feria de las Flores de la ciudad colombiana de Medellín cerró hoy con el tradicional desfile de «silleteros» que acarrean a la espalda pesados arreglos florales en una estructura parecida a una silla, un espectáculo que según calculó la organización contemplaron unas 700.000 personas.
La edición número 56 del desfile, considerado como el principal evento de esta fiesta y reconocido desde 2003 como patrimonio cultural de Colombia, contó con la participación de unos 500 campesinos.
Las «silletas» se clasifican en función del número de flores utilizadas, del peso y de la morfología del diseño, y entran en concurso que se premia en cada categoría.
Sin embargo, hay un premio «absoluto» para la mejor «silleta», sea de la categoría que sea, y que este año se adjudicó al artesano Mauricio de Jesús Londoño, del municipio de Rionegro, cercano a Medellín, capital del departamento de Antioquia (noroeste).
Londoño se llevó el galardón con una «silleta» de tipo «emblemática», de gran tamaño y mensaje cívico, que rezaba la leyenda «Antioquia, la mejor esquina de América» y fue confeccionada con flores como el pinocho, la siempreviva, gladiolos y araucarias.
El ganador heredó de sus padres y abuelos la destreza en el cultivo y disposición de las flores en las «silletas», labor que puede tomar unos tres meses.
El origen de esta tradición se remonta al siglo XIX, cuando los campesinos utilizaban unos armazones de madera en forma de silla que cargaban en sus espaldas para transportar a los enfermos y a los ancianos.
Los cultivadores y floricultores de la cercana localidad de Santa Elena fueron los primeros en utilizar este medio para llenarlo de flores y bajarlas hasta Medellín, donde las vendían.
Bogotá, 11 ago (EFE).-