Los trabajadores de la salud de Ontario aseguraron que la escasez de catéteres epidurales junto con la escasez de personal en toda la provincia podría tener un «efecto de cascada completo» sobre el dolor y la ansiedad durante el parto.
Ontario Health indicó que aproximadamente el 16 % de los hospitales de la provincia informaron menos de una semana de catéteres epidurales el 17 de agosto cuando se realizó la última encuesta del inventario provincial, un 2 % más que el 10 de agosto.
Un catéter o tubo epidural se usa para administrar analgésicos con mayor frecuencia durante el parto. Una escasez global de suministro del dispositivo golpeó el oeste de Canadá a fines de julio y ha surgido localmente en las últimas semanas.
Si bien existe una variabilidad en el suministro en toda la provincia, Ontario Health afirmó que en todos los casos hasta la fecha, la escasez se resolvió compartiendo entre hospitales o escalando las solicitudes con los proveedores.
Esta escasez de catéteres epidurales se suma a la escasez de personal, que los sindicatos de enfermería han descrito como el «éxodo» de empleados «agotados» y «desmoralizados» que abandonan el sector en masa debido a años de falta de inversión y de personal. Como resultado, decenas de hospitales han reducido sus camas y, en algunos casos, han cerrado unidades de cuidados intensivos enteras este verano.
Por lo general, una persona embarazada con un parto vaginal estándar recibe atención personalizada de una enfermera, según Amie Archibald-Varley, enfermera registrada y especialista en equidad en la salud en la región de Hamilton-Niagara. Pero cuando los hospitales tienen poco personal, las enfermeras se pueden duplicar con los pacientes, lo que, dijo, puede ser difícil cuando se maneja simultáneamente el dolor de alguien.
Idealmente, el cuidado personalizado de una enfermera ayudaría a aliviar esa ansiedad. Sin embargo, dijo que la atención personalizada es difícil de conseguir ahora.
A veces, en su piso de trabajo de parto y parto en Toronto, indicó que solo tienen tres enfermeras en un turno en total, incluida una que está clasificando a los pacientes a medida que ingresan.
Sin ese apoyo, teme que los pacientes queden “traumatizados”.
