Aproximadamente 13 personas al día murieron en Canadá como resultado de los opioides en el 2018, según un nuevo informe que destaca las intoxicaciones prevenibles.
Publicado el jueves, el informe de Parachute, una organización benéfica canadiense dedicada a la prevención de lesiones, y el Centro de Prevención de Lesiones de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Alberta, se centró en el envenenamiento, los efectos tóxicos de sustancias como medicamentos, productos de limpieza o vapores de gas en el cuerpo.
El informe encontró que en 2018, los opioides fueron responsables de 4.614 muertes en Canadá, lo que equivale a aproximadamente 13 vidas perdidas por día, según datos de la Agencia de Salud Pública de Canadá.
Este informe desglosa las 10 principales causas farmacéuticas y las 5 principales causas no farmacéuticas detrás de los casos en los cinco centros de control de intoxicaciones de Canadá.
«Sabemos que la gran mayoría de estos se pueden prevenir», dijo la coautora del informe Pamela Fuselli, presidenta y directora ejecutiva de Parachute.
Las cifras son extremas, afirmó Fuselli, y casi la mitad de todas las muertes por intoxicación por opioides ocurren en personas de 30 a 49 años, principalmente hombres.
«Estamos perdiendo personas que pueden contribuir a Canadá y [perdiendo] vidas (…) que no son necesarias perder».
Las personas que consumen sustancias ilícitas pueden tener un mayor riesgo de intoxicación a pesar de consumir su cantidad habitual debido al creciente grado de contaminación del suministro de drogas con fentanilo y otros opioides ultrapotentes, según el informe. Puede resultar en paro respiratorio y muerte.
El informe recomienda pasos para prevenir la pérdida de un miembro de la familia como:
- Reducción de daños para disminuir los efectos negativos del estigma que rodea a las personas con un trastorno por uso de sustancias.
- Ofrecer servicios de tratamiento y rehabilitación para personas con trastornos por uso de sustancias y trastornos de salud mental asociados.
- Expandir los sitios de consumo seguro donde las personas pueden acceder a agujas seguras y recibir atención y apoyo médico, incluidas conversaciones sobre el acceso a servicios de tratamiento y rehabilitación.
- Tomar medidas drásticas contra la producción y el tráfico ilícitos de drogas.
- Realización de campañas educativas para informar a las personas sobre los riesgos asociados al uso de sustancias.
- En primer lugar, analizar qué lleva a las personas a consumir drogas.
- Proporcionar naloxona para prevenir muertes entre las personas que toman opioides.
- Guardar los medicamentos y productos de limpieza para mantenerlos fuera del alcance de los niños pequeños.
- Deshacerse de cualquier medicamento que ya no sea necesario.
