
La cultura del hockey debe cambiar, así lo aseguró la ministra de deportes de Canadá, Pascale St-Onge, en medio de informes de que dos exjugadores de la Major Junior Hockey League de Quebec (QMJHL) han sido acusados de agresión sexual.
Todos los involucrados en el hockey, incluidos los equipos, los padres y las asociaciones provinciales, deben hacer más para prevenir la violencia sexual, enfatizó St-Onge.
Sus comentarios se produjeron poco después de que Radio-Canada informara por primera vez que dos exjugadores de QMJHL y otro joven fueron acusados de agredir sexualmente a una niña de 15 años en 2016 en Drummondville, Quebec, a unos 100 kilómetros al noroeste de Montreal.

Los jugadores necesitan más educación sobre el consentimiento y estilos de vida sexuales saludables, añadió.
La QMJHL manifestó que recientemente se enteró del presunto asalto de 2016 que involucró a dos exjugadores de Drummondville Voltigeurs y otro joven, y agregó que la liga cooperará con el proceso judicial y cualquier otra investigación policial.
Radio-Canada precisó que dos de los acusados, que eran menores de edad en el momento del incidente y no pueden ser identificados, se declararon culpables en un tribunal de menores de agresión sexual. La emisora dijo que el tercer acusado, el exjugador de los Voltigeurs Noah Corson, está programado para regresar a la corte en Drummondville en junio.
Cuando se le preguntó sobre las acusaciones, el agente de Corson, Nick Riopel, aseveró que no comentaría sobre ese asunto, citando los procedimientos legales en curso.
La oficina del fiscal público de Québec y el equipo actual de Corson, el Adirondack Thunder, no respondieron de inmediato a una solicitud de comentarios. Corson es hijo del exjugador de los Montreal Canadiens, Shayne Corson.