BROOKLYN CENTER, MINN – Una oficial de policía mató a tiros a un hombre durante una parada de tráfico en un suburbio de Minneapolis renunció, al igual que el jefe de policía de la ciudad, medidas que el alcalde dijo que esperaba que ayudaran a sanar a la comunidad y llevaran a la reconciliación.
Cientos de manifestantes se reunieron nuevamente en el cuartel general de policía fuertemente vigilado del Brooklyn Center, ahora rodeado por barreras de concreto y una valla de metal alta, y donde policías antidisturbios y soldados de la Guardia Nacional vigilaban. «Murderapolis» fue garabateado con pintura negra en aerosol en una barrera de concreto.
«¿De quién es la calle? ¡Nuestra calle!» la multitud coreaba bajo una ligera nevada.
Aproximadamente 90 minutos antes de la fecha límite del toque de queda, la policía estatal anunció por un altavoz que la reunión había sido declarada ilegal y ordenó a la multitud que se dispersara. Eso desencadenó rápidamente enfrentamientos, con manifestantes lanzando fuegos artificiales hacia la estación y arrojando objetos a la policía, quienes lanzaron flashbangs y granadas de gas, y luego marcharon en línea para obligar a la multitud a retroceder.
«Por la presente se les ordena dispersarse», anunciaron las autoridades, advirtiendo que cualquiera que no se fuera sería arrestado. La policía estatal anunció que la orden de dispersión se produjo antes del toque de queda de las 10:00 p.m. porque los manifestantes intentaban derribar la cerca y arrojar piedras a la policía. El número de manifestantes se redujo rápidamente durante la siguiente hora, hasta que solo quedaron unos pocos. La policía también ordenó a todos los medios que abandonaran el lugar.
Las renuncias de la oficial Kim Potter y del jefe de policía Tim Gannon, se produjeron dos días después de la muerte de Daunte Wright, de 20 años, en el Brooklyn Center. Potter, una veterana de 26 años, había estado de licencia administrativa después del tiroteo del domingo, que sucedió cuando el área de Minneapolis ya estaba al borde del juicio de un oficial acusado de la muerte de George Floyd.
El alcalde de Brooklyn Center, Mike Elliott, aseveró en una conferencia de prensa que la ciudad se había estado moviendo hacia el despido de Potter cuando ella renunció. Elliott informó que esperaba que su renuncia «trajera algo de calma a la comunidad», pero que seguiría trabajando para lograr una «plena responsabilidad ante la ley».
Las ciudades de Brooklyn Center, Minneapolis y St. Paul impusieron toques de queda a las 10:00 p.m.
Gannon ha dicho que creía que Potter agarró por error su arma cuando ella iba por su Taser. Se la puede escuchar en el video de su cámara corporal gritando «¡Taser! ¡Taser!» Sin embargo, los manifestantes y los miembros de la familia de Wright dicen que no hay excusa para el tiroteo y muestra cómo el sistema de justicia se inclina en contra de los negros, señalando que Wright fue detenido por un registro de automóvil vencido y terminó muerto.
Los activistas que asistieron a la conferencia de prensa del alcalde pidieron cambios radicales en el Departamento de Policía del Centro de Brooklyn y criticaron duramente al jefe de policía interino, Tony Gruenig, por no tener todavía un plan.
Después de detener a Wright por las placas vencidas, la policía intentó arrestarlo con una orden pendiente. La orden fue por no comparecer ante el tribunal por cargos de huir de los oficiales y poseer un arma sin permiso durante un encuentro con la policía de Minneapolis en junio.
Después de disparar un solo tiro de su pistola, el auto se aleja y Potter dice: «¡Santo (maldición)! Le disparé».
Wright murió de una herida de bala en el pecho, según el médico forense.
Las protestas comenzaron en cuestión de horas.
En su carta de renuncia de un párrafo, Potter explicó: «Me encantó cada minuto de ser oficial de policía y de servir a esta comunidad lo mejor que puedo, pero creo que es lo mejor para la comunidad, el departamento, y mis compañeros oficiales si renuncio inmediatamente».
