Funcionarios israelíes y palestinos se comprometieron a reducir la escalada de violencia después de reunirse y emitir una declaración conjunta en la que Israel aseguró que detendría las discusiones sobre nuevas unidades de asentamientos en Cisjordania ocupada durante cuatro meses.
A la reunión asistieron altos funcionarios estadounidenses, jordanos y egipcios, además de las delegaciones israelí y palestina, la reunión en Aqaba, Jordania.
Las partes, israelí y palestina, explicaron en su comunicado que trabajarían en estrecha colaboración para evitar «más violencia» y «reafirmaron la necesidad de comprometerse con la reducción de la tensión sobre el terreno». Afirmaron su compromiso con los acuerdos anteriores.
Jordania, junto con sus aliados Egipto y Estados Unidos, indicó que la reunión era una señal de «gran progreso hacia el restablecimiento y la profundización de las relaciones entre las dos partes».
Pero subrayando los desafíos, el grupo militante palestino Hamas, que gobierna la Franja de Gaza, calificó la reunión de «inútil» y condenó a la Autoridad Palestina con sede en Cisjordania por participar.
La reunión se llevó a cabo mientras aumenta la ansiedad por una escalada de violencia en el período previo al mes sagrado musulmán del Ramadán que comienza a fines de marzo.
Israel y la Autoridad Palestina «confirmaron su disposición y compromiso conjuntos para trabajar de inmediato para poner fin a las medidas unilaterales durante un período de tres a seis meses», dijo el comunicado.
“Esto incluye un compromiso israelí de detener la discusión de cualquier nueva unidad de asentamiento durante cuatro meses y detener la autorización de cualquier puesto de avanzada durante seis meses”, agregó.
