La detención del viernes por la noche de Jorge Glas provocó suspensión de relaciones con Ecuador por parte de la Ciudad de México. Los gobiernos latinoamericanos, incluido Brasil, apoyaron a México el sábado, después de que su embajada de Ecuador fuera allanada para arrestar a un político controvertido al que las autoridades mexicanas le habían concedido asilo.
La detención del viernes por la noche de Jorge Glas, fue detenido por cargos de corrupción, provocando una suspensión de las relaciones con Quito por parte de la Ciudad de México, el Gobierno del presidente mexicano, critico la inusual indignación diplomática y el arresto como un acto autoritario y una violación del derecho internacional y de la soberanía de México.
Daniel Noboa, del gobierno del presidente de Ecuador, había argumentado que las protecciones de asilo eran ilegales debido a los cargos de corrupción que enfrenta Glas.
Como también, El gobierno de Brasil condenó la medida de Ecuador como una «clara violación» de las normas internacionales que prohíben tal ataque a una embajada extranjera.
La acción de Ecuador contra la embajada «debe ser objeto de un fuerte repudio, cualquiera que sea la justificación para su implementación», según un comunicado de la Cancillería de Brasil, que destacó la solidaridad de Brasilia con México.
Alicia Bárcena, expresó su consternación por la incursión de Ecuador en la embajada del país, ubicada en el distrito financiero de Quito, y agregó que algunos miembros.
Añadió que a Glas se le concedió asilo tras un análisis exhaustivo de las circunstancias que rodearon las acusaciones que enfrenta.
Adicional a esto, la Cancillería mexicana anunció que presentará una denuncia ante la Corte Internacional de Justicia de las Naciones Unidas por “graves violaciones del derecho internacional».
El gobierno de Petro señaló que buscará protecciones legales de derechos humanos para Glas, ahora detenido, según una declaración separada.
