
Después de firmar su victoria número 51 en el Masters 1000 de Miami, Roger Federer acudió a rueda de prensa para analizar una victoria sufrida ante Radu Albot que tiene varias explicaciones detrás. Primera ronda, rival desconocido, estadio recién construido y condiciones opuestas a las de Indian Wells. Lo difícil hubiera sido llegar y jugar como si nada. Así explicó el suizo su intensa batalla ante el moldavo para meterse en tercera ronda.
Siempre te hace sentir diferente adentrarte en un estadio tan masivo como éste. Definitivamente es diferente al resto, especialmente diferente al anterior en Cayo Vizcaíno. Estoy feliz por haber sido capaz de encontrar una salida esta noche, al final hemos vivido una gran atmósfera con un público muy eléctrico, como suele ser habitual en Miami. Estoy feliz de no haber tenido que despedirme”, reconoció el actual número 5 del mundo tras su estreno.
“He sentido que estaba jugando con dos mentes distintas, algo habitual cuando te enfrentar a una primera ronda. Te centras en coger bien la pelota, pero al mismo tiempo sabes que no serás capaz de hacerlo todo el tiempo, que debes contenerte. Por eso a veces fallas en los momentos equivocados”, confesó el de Basilea. “Vi que él tenía muy claro cómo jugar, pero yo no lo tenía tanto. En el calor de la batalla olvidé algunas de las cosas que había hablado con mi entrenador, sentí que todo lo que habíamos estudiado lo estaba haciendo mal debido a esas dos mentes que he comentado antes”, amplió en su comparación.
Un partido que por momentos se puso al límite y que terminó siendo bastante amable a su favor. “Los márgenes son muy estrechos y además iba por abajo en el marcador. Cuando estás por abajo, debes jugar de manera diferente. Al final todo se resuelve si encuentras el camino, estos acaban siendo los partidos más importantes del año para cada jugador, cuando no juegas lo mejor posible pero te abres paso, entonces luego consigues hacerlo mejor en la siguiente ronda. Hoy se trataba de un oponente diferente, condiciones diferentes, todo diferentes. Quizá haber jugado tanto en una primera ronda luego me acabe ayudando”, reconoce el tres veces campeón.
Federer también tuvo palabras de reconocimiento para un Radu Albot que mostró sus mejores virtudes. “Esperaba un jugador con una gran actitud, lo que luego mostró. Una base agresiva, buena movilidad y sin miedo de venir a la red. El problema es que nunca había practicado con él, nunca le había visto jugar en vivo. Vi algunos vídeos para hacerme una idea, para ver dónde podía causarle problemas, pero no sabía ni cuál era su golpe favorito, ni si hoy jugaría de manera distinta por ser yo. Sé que juega de un modo u otro dependiendo del revés que tenga su rival”, señaló el helvético. “Sabía que sería difícil y quedé impresionado, le tengo mucho respeto a esos jugadores que no tienen un gran tamaño pero encuentran una manera diferente de ganar. Es un gran luchador”, concluyó.