La fuente señala que el alquiler del apartamento no solo fue para proporcionar instalaciones sanitarias, sino también para servir como una sala de descanso para los agentes en el área. También hay espacio para oficinas con Internet e impresora, así como una cocina, donde los agentes pueden repostar después de largos turnos y durante las horas en las que encontrar restaurantes abiertos en el área es un desafío, dijo la fuente.

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The Washington Post, informó por primera vez sobre los gastos desde septiembre de 2017, en donde el gobierno federal había alquilado el espacio por $ 3.000 al mes, o más de $ 100.000 hasta la fecha.

El portavoz de la Casa Blanca, Judd Deere, negó que los Kushner no permitieran que su detalle del Servicio Secreto usara el baño.

«Esta es solo otra narrativa falsa. Cuando las discusiones sobre la protección de su hogar se tuvieron inicialmente en 2017, Ivanka y Jared dejaron en claro que su hogar siempre estaría abierto a los hombres y mujeres. Fue solo después de una decisión del USSS se hizo que sus detalles buscaran otras adaptaciones «, aseveró Deere.

«Los Kushner tienen un gran respeto por los hombres y mujeres militares en sus detalles y por el Servicio Secreto de los Estados Unidos en su conjunto. Su hogar siempre estará abierto para ellos y tienen una inmensa gratitud por su servicio durante los últimos cuatro años», agregó.

Cuando se le contactó para hacer comentarios, la portavoz del Servicio Secreto, Justine Whelan, afirmó que «el Servicio Secreto de Estados Unidos no habla de los protegidos».

Dos funcionarios encargados de hacer cumplir la ley dijeron al Post que las instalaciones dentro de la casa de la familia fueron designadas desde el principio como para no ser utilizadas por los agentes del Servicio Secreto. Un funcionario le dijo al periódico que desconocía el motivo de esta regla, mientras que el otro le dijo al periódico que fue establecido por Trump y Kushner.

The Post informó que la situación de los agentes del Servicio Secreto fue única en la medida significativa que les llevó asegurar un baño, y un oficial de la ley familiarizado con la situación le dijo al Post: «Es la primera vez que escucho de un Servicio Secreto tener que ir a esos extremos para encontrar un baño».

La agencia pasó meses tratando de asegurar las instalaciones, incluido un orinal portátil que fue retirado después de que los vecinos se quejaron, aseguró The Post.

Luego, declararon al periódico que los agentes comenzaron a usar los baños en un garaje convertido en puesto de mando en la casa de Obama utilizado por su equipo de seguridad. Esa opción llegó a su fin en otoño de 2017.

Después de ello, los agentes comenzaron a conducir hasta la casa del vicepresidente Mike Pence en el Observatorio Naval a una milla de distancia para usar un baño allí ir a los restaurantes locales, aseveraron las autoridades policiales al Post.

En septiembre de 2017, los agentes se acercaron a Kay Kendall, quien es presidenta de la Comisión de Artes y Humanidades de DC, quien vive en el vecindario y es propietaria de una casa al otro lado de la calle de la familia Trump/Kushner.

La casa tiene una unidad en el sótano con un baño, y cuando le preguntó a su actual inquilino, el ex representante de Connecticut Anthony «Toby» Moffett Jr., si podía separarla, él aceptó a cambio de un alquiler reducido, afirmó Moffett.

La lista de propiedades alquiladas por la Administración de Servicios Generales incluye una propiedad en la misma calle donde reside la familia Trump/Kushner.

Los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley le dijeron al Post que los agentes del destacamento de Kushner/Trump aprobaron el estudio, con luz natural y un baño.

«No ha sido gran cosa», declaró Moffett al periódico. «Han sido muy amables con nuestros nietos».