El oficial militar que dirigió la campaña de distribución de la vacuna COVID-19 en Canadá, el general Dany Fortin, ha sido acusado de un cargo de agresión sexual.
Fortin se presentó a la policía en Gatineau, Que., el miércoles por la mañana después de que se emitiera una orden de arresto el lunes. Más tarde declaró a los periodistas que no conoce los detalles de la acusación en su contra, a pesar de las reiteradas solicitudes de su equipo legal.
“Durante los últimos tres meses, mi familia y yo hemos estado viviendo esta pesadilla de no saber la naturaleza de la acusación, no saber el estado de la investigación, no saber si me acusarían o no”, sostuvo Fortin.
“Mi equipo legal se ha puesto en contacto repetidamente, en repetidas ocasiones, con los fiscales para buscar información sin éxito. Así que me vi obligado a leer mucho sobre mí en los medios, sin poder defender mi nombre”, añadió.
Los abogados de Fortin han dicho que la única información que se les proporcionó es que el cargo se relaciona con un presunto incidente de 1988.
El oficial militar de alto rango, que anteriormente sirvió en Afganistán e Irak, describió los últimos tres meses como el período más desafiante de sus 36 años en uniforme.
“Esta lucha contra un enemigo invisible ha sido la más dura de mi carrera”, confesó. «Espero seguir sirviendo a los canadienses, para servir a mi país, tan pronto como se resuelva este problema legal».
Fortin fue destituido abruptamente de su puesto en la Agencia de Salud Pública de Canadá el 14 de mayo después de liderar la distribución de vacunas COVID-19 en todo el país.
Posteriormente, el Servicio Nacional de Investigación de las Fuerzas Canadienses remitió una denuncia de conducta sexual inapropiada en su contra a la fiscalía de Quebec para determinar si debían presentarse cargos.
Fortin ha pedido a la Corte Federal que revise su destitución, alegando en una declaración jurada interferencia política del gobierno liberal. Solicita que se le reintegre a su puesto en PHAC o en un puesto similar.
El oficial militar especificó que está pagando sus propios costos legales por las acciones penales y de la Corte Federal. Su próxima comparecencia en la corte está programada para el 20 de septiembre, el mismo día en que los votantes van a las urnas.
Uno de los abogados de Fortin ha planteado preguntas sobre el momento de la decisión de acusar a su cliente, que se produce días después de que el líder liberal Justin Trudeau lanzara una elección.
Los liberales han sido criticados durante meses por no hacer más para abordar la conducta sexual inapropiada en el ejército canadiense.
Los abogados de Fortin han argumentado en el Tribunal Federal que la decisión de destituir a su cliente no fue razonable, careció de justicia procesal e implicó una interferencia política inapropiada en la cadena de mando militar por parte de Trudeau, la ministra de Salud Patty Hajdu, el ministro de Defensa Harjit Sajjan y el secretario del Consejo Privado.
Fortin es el segundo oficial militar de alto rango en ser acusado de un delito penal en las últimas semanas después de que el CFNIS acusó al exjefe de defensa Jonathan Vance de un cargo de obstrucción a la justicia el mes pasado.
Eso siguió a una investigación sobre las acusaciones de que Vance tuvo una conducta sexual inapropiada antes y después de convertirse en jefe del personal de la defensa en julio de 2015. Ha negado cualquier irregularidad y no ha sido acusado en relación con esas acusaciones.
