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El expresidente argentino Raúl Alfonsín recibe un homenaje póstumo en Miami

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Imagen de Noah Milá, de 11 años, bisnieto y ahijado del expresidente de Argentina Raúl Alfonsín quien acompañó, este 14 de noviembre de 2014, a su abuela, María Inés Alfonsín, penúltima de los seis hijos de Alfonsín (1927-2009). EFE
Imagen de Noah Milá, de 11 años, bisnieto y ahijado del expresidente de Argentina Raúl Alfonsín quien acompañó, este 14 de noviembre de 2014, a su abuela, María Inés Alfonsín, penúltima de los seis hijos de Alfonsín (1927-2009). EFE

El expresidente de Argentina Raúl Alfonsín y su amigo el exsenador Luis Agustín León, fundador del Parlatino (Parlamento Latinoamericano), recibieron hoy un homenaje póstumo en Miami (EE.UU.) al que asistieron familiares de ambos.
El alcalde de Miami, Tomás Regalado, entregó las llaves de la ciudad a María Inés Alfonsín, hija del que fue el primer presidente democrático de Argentina después de la dictadura militar, y también a Marta de León, viuda del senador, en un acto en la residencia del cónsul argentino, Marcelo Martín Giusto.
El acto precedió a un homenaje oficial que ambos políticos argentinos recibirán hoy en la Feria del Libro de Miami, la segunda más importante de Estados Unidos, organizada por el Miami Dade College, el mayor centro universitario de ese país.
La idea del tributo surgió porque la Feria del Libro, muy ligada a América Latina, cumple 33 años, los mismos que se cumplirán el próximo 10 de diciembre de la asunción de Alfonsín, quien es un «referente para las generaciones futuras», dijo a Efe Elena Mikusinski, diplomática argentina.
Se trata de un homenaje a dos personas «inspiradoras», que contribuyeron a cimentar «los valores de la democracia y de la república» en Argentina, subrayó el cónsul.
El jurista Ricardo Gil Lavedra, que fue ministro de Justicia de Fernando de la Rúa y hoy hablará en el homenaje a Alfonsín, señaló a Efe que «el tiempo le ha dado la razón» al expresidente en muchas cosas que en su día «parecieron controversiales».
La hija de Alfonsín, que reside desde hace más de 40 años en Estados Unidos, los últimos 20 en Weston (Florida), dijo a Efe que es «conmovedor» que la Feria del Libro de Miami haya dado protagonismo a su padre en esta edición.
«Para papá sería un orgullo. A él le gustaba mucho venir a visitarnos», dijo María Inés Alfonsín, penúltima de los seis hijos de Alfonsín (1927-2009), quien estuvo acompañada de su nieto Noah Milá, de 11 años, ahijado del exmandatario.
Noah tenía solo cuatro años cuando su bisabuelo murió y apenas lo recuerda físicamente. En inglés, pues habla poco español, se declara «orgulloso» de ser descendiente del primer presidente democrático de Argentina después del golpe militar de 1976.
«Siempre fueron amigos», subrayó, por su parte, a Efe Marta de León sobre su esposo (1922-2009) y Alfonsín, ambos militantes de la centenaria Unión Cívica Radical (UCR).
La viuda del senador dijo que si bien fueron rivales porque ambos querían llegar a la Presidencia, «una vez que Raúl ganó la interna de la UCR, Luis se puso a su servicio».
En el acto de hoy en la Feria del Libro se presentará una obra sobre Luis Agustín León escrita por Eduardo Giorlandini, catedrático de la Universidad de Bahía Blanca (Argentina).
Gil Lavedra dijo a Efe que el homenaje a Alfonsín es más que «merecido» por su contribución a la democracia argentina.
«El tiempo tiene siempre un efecto benéfico», pero Alfonsín y Leon fueron verdaderos líderes, dijo, que ya no representan solo al radicalismo, sino a todos los argentinos.
La política de derechos humanos, con las leyes de obediencia debida y punto final en primer plano, la entrega anticipada del poder y el Pacto de Olivos con el peronista Carlos Saúl Menem son algunas de las más difíciles de Alfonsín a las que Gil Lavedra se referirá hoy en el acto en la Feria del Libro.
«El tiempo ha venido a darle la razón» en casi todo, ya no son decisiones controvertidas, dijo.
En el caso de las leyes de punto final y obediencia debida, que abrieron un paraguas de protección ante posibles juicios para militares implicados en violaciones de los derechos humanos, Alfinsin lo hizo para evitar que «la democracia zozobrara».
No fueron un perdón y, por eso, pasados los años, se pudieron derogar y se iniciaron los juicios a los responsables de la «guerra sucia» entablada durante la dictadura.
Del Pacto de Olivos, que llevó a una reforma constitucional, Gil Lavedra subrayó que esa reforma es hoy «un valor indiscutido», «un producto de todos, no de una facción».
El pluralismo y la búsqueda de consensos que defendió Alfonsín siguen vigentes plenamente, agregó.

Miami (EE.UU.), 14 nov (EFE).-

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