Washington, 21 jun (EFE).- EE.UU. no revelará las cifras y detalles de los militares estadounidenses heridos en las operaciones contra el Estado Islámico (EI) en Irak y Siria por motivos operacionales y pese a no estar movilizados en un rol de combate.
«Nuestra política es no identificar a efectivos heridos por varias razones, entre ellas seguridad operacional y privacidad», explicó el portavoz del Pentágono, Peter Cook, en su rueda de prensa diaria.
Ante la insistencia de los periodistas, Cook añadió que tampoco quieren «proveer información adicional al enemigo que les permita evaluar la situación del campo de batalla».
El Gobierno sigue insistiendo que los alrededor de 300 efectivos de las Fuerzas Especiales desplegados en el norte de Siria y los alrededor de 4.000 en Irak se limitan a cumplir un papel de entrenamiento, asesoramiento e inteligencia.
Las tropas estadounidenses tienen la orden de estar por detrás de las líneas de vanguardia y pueden abrir fuego para defenderse de ataques o para ayudar a tropas locales aliadas sobre el terreno.
No obstante, los propios oficiales del Pentágono reconocen que en los nuevos escenarios de guerra asimétrica moderna es muy complicado saber dónde se dibuja el frente de enemigos y fuerzas aliadas, por lo que en casos como Siria es complicado estar seguro de que no se producirán emboscadas o cambios repentinos de posiciones.
El pasado 9 de junio, cuatro militares estadounidenses fueron heridos levemente en el norte de Siria en un ataque de milicianos del EI, después de que un vehículo cercano recibiera el impacto de un obús antitanque.
El Pentágono publica información general (1.usa.gov/28LIA5d) de los muertos y heridos en la misión «Determinación Inherente» contra el EI, sin precisar si las víctimas se produjeron en Irak o Siria o aportar información adicional.
Hasta la fecha, el documento refleja la muerte de tres militares y 16 heridos estadounidenses.
