Ontario Place finalmente se está transformando después de estar cerrado durante más de una década, pero los nuevos planes vienen con una gran controversia.
La visión del premier Doug Ford para el hito incluye un nuevo escenario durante todo el año para conciertos de LiveNation, la reubicación del Centro de Ciencias de Ontario en la propiedad frente al mar y un gran parque acuático y centro de bienestar operado por la empresa austriaca Therme Group.
Algunos de los principales críticos se oponen rotundamente a los planes.
La joya de 52 años en el paseo marítimo ha estado descuidada y en gran parte vacía desde que el gobierno de Dalton McGuinty la cerró hace 11 años.
“Creo que lo que estamos presenciando es un atraco a plena luz del día, un secuestro de tierras públicas para intereses privados de valor muy dudoso”, explicó Ken Greenberg, planificador urbano y miembro del grupo Ontario Place for All, que se opone rotundamente a los planes del gobierno.
Therme ha abierto cuatro centros de bienestar similares, con dos más planificados en el Reino Unido, pero este será el primero en América del Norte y el primero en un entorno urbano.
La provincia ha firmado un contrato de arrendamiento de 95 años con Therme.
El portavoz de Therme, Simon Bredin, sostuvo que el liderazgo de la compañía confía en la visión y que tendrá éxito durante muchas décadas. “Gran parte de nuestro producto tiene que ver con esa conexión con el agua, y realmente creo que es una especie de pieza atemporal que se ha visto a lo largo de la historia”, manifestó Bredin.
La alcaldesa electa de Toronto, Olivia Chow, prometió luchar contra el plan; pero la pregunta sigue siendo si Toronto tiene algún poder para detenerlo.
La ciudad posee 6.4 acres de tierra que son necesarios para los planes de Ontario Place. La provincia está proponiendo un intercambio que daría la misma cantidad de tierra para que Toronto la use en un parque adyacente.
