Costa Rica se apresta a elegir nuevo presidente el próximo domingo en un ambiente de calma entre la población, con apretadas agendas de los candidatos y con normalidad en los preparativos finales del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), informaron hoy fuentes oficiales.
El presidente del TSE, Luis Antonio Sobrado, dijo este viernes en una conferencia de prensa que los detalles finales antes de la jornada electoral caminan «con normalidad» y que no se han registrado hechos violentos relacionados al proceso.
El material electoral para las 6.515 juntas receptoras ubicadas en centros educativos, cárceles, asilos de ancianos de todo el país, así como en consulados en el exterior, ya fue distribuido por las autoridades sin mayores contratiempos.
En las calles del país se observa poco ambiente electoral, con excepción de algunos vehículos con banderas de los distintos partidos y pocas personas con camisetas alusivas a los 13 candidatos presidenciales inscritos.
La mayoría de los aspirantes presidenciales ha cumplido con apretadas agendas durante el día que los ha llevado a visitar comunidades en el interior del país y en la capital, a sostener reuniones con miembros de su partido y visitar medios de comunicación en la recta final del proceso.
El presidente del TSE hizo un llamamiento a los partidos políticos para que tomen los resultados de las elecciones con calma y respeto a la democracia costarricense.
«Si hay una parte vencedora, que sepa vivirlo con humildad, y si hay una parte perdedora, que también lo viva con sabiduría porque el único vencedor va a ser Costa Rica. Será una ocasión en la que ratificaremos nuestra vocación por la democracia», expresó Sobrado.
El TSE tiene previsto dar a conocer los primeros resultados de las votaciones en una sesión solemne a las 20.00 hora local del domingo (02.00 GMT del lunes), dos horas después de cerradas las urnas.
Sobrado explicó que en caso de que exista una diferencia menor al 2 % entre los dos candidatos con mayor cantidad de votos se contarán una por una las papeletas.
Asimismo, en caso de que ninguno de los 13 candidatos inscritos supere el 40 % de los votos será necesaria una segunda vuelta para el próximo 6 de abril.
Hasta el momento, el TSE no registra ningún hecho violento relacionado con el proceso, pero sí ha recibido más de 800 quejas de los ciudadanos por aparentes violaciones a la veda electoral, que prohíbe la propaganda pagada en medios de comunicación e internet.
Los observadores internacionales también han comenzado su trabajo y un grupo de ellos se reunió este viernes con la presidenta costarricense, Laura Chinchilla, a quien tuvieron la oportunidad de hacerle preguntas acerca del país y del contexto en que se desarrolla proceso electoral.
Chinchilla dijo que el ambiente de calma que se vive en el país se ha interpretado como frío, pero afirmó que ello obedece a una «evolución» del electorado que ahora reflexiona más el voto y que se decidirá hasta el final.
«De alguna manera añoramos una mayor expresividad en las campañas que mostraban los costarricenses (años atrás), algo más semejante a una fiesta callejera, a un carnaval, campañas expresivas cargadas de signos externos», reconoció la presidenta.
Sin embargo, aseguró que la campaña política ha sido «especialmente intensa» en cuanto a los numerosos debates entre los candidatos que han organizado los medios de comunicación y las entrevistas que les han realizado.
«Ha habido un enorme acceso a la información y es muy probable que eso esté incidiendo. Los costarricenses se lo están pensando más, están reflexionando más el voto», expresó la mandataria.
En Costa Rica, un país de 4,7 millones de habitantes, están habilitados casi 3,1 millones de personas para votar por el presidente, los dos vicepresidentes y los 57 diputados de la Asamblea Legislativa para el periodo 2014-2018.
Entre los principales candidatos presidenciales figuran Johnny Araya, del gobernante Partido Liberación Nacional (PLN, socialdemócrata); José María Villalta, del izquierdista Frente Amplio; Luis Guillermo Solís, del centro-izquierdista Partido Acción Ciudadana (PAC), y Otto Guevara, del derechista Movimiento Libertario.
San José, 31 ene (EFE).-
