Una sección elevada del metro de la Ciudad de México colapsó y envió un vagón hacia un concurrido bulevar el lunes por la noche, matando al menos a 23 personas e hiriendo a unas 70, declararon funcionarios de la ciudad.
Los equipos de rescate registraron durante horas el vagón que quedó colgando del paso elevado en busca de alguien que pudiera estar atrapado.
Sin embargo, esos esfuerzos se suspendieron la madrugada del martes debido a preocupaciones de seguridad para quienes trabajan cerca del vagón que colgaba precariamente. Se trajo una grúa para ayudar a apuntalarlo.
«No sabemos si están vivos», confesó la alcaldesa Claudia Sheinbaum sobre las personas posiblemente atrapadas luego de uno de los accidentes más mortales en el sistema de metro de la ciudad, que se encuentra entre los más transitados del mundo.
Sheinbaum agregó anteriormente que alguien había sido sacado con vida y que estaba atrapado en la carretera de abajo. Añadió que 49 de los heridos fueron hospitalizados y que siete estaban en estado grave y sometidos a cirugía.
El paso elevado estaba a unos 16 pies por encima de la carretera en el distrito sur de Tlahuac, pero el tren pasaba por encima de una franja intermedia de hormigón, lo que aparentemente redujo las bajas entre los automovilistas en la carretera de abajo.
Cientos de policías y bomberos acordonaron la escena mientras amigos y familiares desesperados de personas que se creía estaban en los trenes se reunieron fuera del perímetro de seguridad.
El colapso ocurrió en la línea más nueva del metro de la Ciudad de México, la Línea 12, que se extiende hacia el lado sur de la ciudad y fue construida en el 2012. Como muchas de las docenas de líneas de metro de la ciudad, pasa bajo tierra a través de áreas más centrales de la ciudad, pero luego corre sobre estructuras elevadas de concreto preformadas en las afueras de la ciudad.
El colapso podría representar un gran golpe para el secretario de Relaciones Exteriores de México, Marcelo Ebrard, quien fue alcalde de la Ciudad de México de 2006 a 2012, cuando se construyó la Línea 12. Las acusaciones sobre un diseño y una construcción deficientes en la línea del metro surgieron poco después de que Ebrard dejara el cargo de alcalde. La línea tuvo que cerrarse parcialmente en 2013 para poder reparar las vías.
