Mientras que millones de canadienses se quedan en casa para mantenerse seguros y ayudar a aplanar la curva de la propagación del virus, para un grupo de canadienses, el hogar se ha vuelto más peligroso que nunca.
Las víctimas de violencia doméstica están experimentando una mayor amenaza ya que muchas están confinadas en sus hogares con sus abusadores.
Recientemente una mujer hizo pública una denuncia al canal de televisión canadiense CTV donde confirmaba que desde que esta en autoaislamiento por causa del COVID-19, su vida familiar se ha vuelto cada vez más violenta.
«Me pega, me ahoga, me tira por las escaleras», dijo Sadia, al medio de comunicación
Su esposo, un camionero, solía ir a trabajar por la carretera. Pero la pandemia cambió todo eso. Su tormento se ha intensificado desde que su trabajo se detuvo. «No ha sido fácil desde que llegó a casa», dijo. «Antes de que llegara el coronavirus, me sentía segura porque él no estaba cerca».
El viernes, la mujer escapó de casa con sus dos hijos.
Encontrar un refugio en los ONG para mujeres abusadas se ha vuelto difícil en todo el mundo, ya que las medidas de distanciamiento físico limitan las capacidades. Algunas instalaciones incluso se han visto obligadas a rechazar a las mujeres.
«Nuestra cantidad de llamadas está aumentando en todos los ámbitos por abuso financiero, abuso físico, abuso emocional, todo», dijo Zena Chaudry directora de Sakeena Homes Shelter.
A nivel mundial, los casos de violencia en el hogar van en aumento durante la pandemia. En Francia, los informes de abuso doméstico se han disparado un 36 por ciento, según la policía. En China, las llamadas a las líneas de ayuda se han triplicado en comparación con el año pasado. En el Reino Unido, han aumentado en un 25 por ciento.
El secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, pidió recientemente una acción urgente sobre el tema por parte de los líderes mundiales, sugiriendo que los países se aseguren de que los refugios se consideren servicios esenciales, que inviertan en servicios en línea y grupos de alcance, y que establezcan sistemas de advertencia de emergencia en farmacias y supermercados.
“La violencia no se limita al campo de batalla. Para muchas mujeres y niñas, la amenaza es mayor donde deberían estar más seguras, en sus propios hogares «, dijo Guterres en un video de Twitter el domingo.
«Insto a todos los gobiernos a hacer de la prevención y reparación de la violencia contra las mujeres una parte clave de sus planes nacionales de respuesta para COVID-19».
En Canadá, los fondos recientemente comprometidos por el gobierno podrían ayudar a aumentar la capacidad en los refugios. Durante el fin de semana, el primer ministro Justin Trudeau anunció que el gobierno contribuiría con $ 40 millones a Mujeres e Igualdad de Género de Canadá.
Alrededor de $ 30 millones se destinarán a más de 500 refugios para mujeres y varios centros de agresión sexual en todo el país. Los $ 10 millones restantes se destinarán a refugios para mujeres y niños indígenas.
Creo que deberíamos estar desconforme de todo,
Somos adultos y no hace falta que nos lleven de la mano.
Con todas las advertencia que hay siguen sin respetar las órdenes.
Solo mi forma de pensar.