El Líbano sigue desmoronándose a medida que empeora su crisis económica y política. El país no ha tenido un gobierno durante casi un año y su economía está en proceso de colapso después de décadas de mala gestión y corrupción.
Durante el último mes, ha habido historias absurdas y horribles procedentes de la pequeña nación mediterránea.
Registro triste
Se estima que casi la mitad de todos los libaneses viven ahora por debajo del umbral de la pobreza gracias a la crisis actual. Una evaluación publicada por UNICEF encontró que alrededor del 77% de los hogares libaneses no tienen suficiente comida o dinero para comprar alimentos.
A principios de este mes, el Banco Mundial informó que, a escala mundial, la crisis libanesa bien podría ser una de las tres más graves desde mediados del siglo XIX.
Desde 2018, el producto interno bruto (PIB) del Líbano se ha desplomado, junto con el tipo de cambio informal, afirmaron investigadores del Banco Mundial. «Una contracción tan brutal y rápida generalmente se asocia con conflictos o guerras», señalaron.
La lira libanesa, o libra, está vinculada al dólar estadounidense, pero ese tipo de cambio fijo no está ampliamente disponible, lo que ha llevado a un mercado de divisas informal con tipos desfavorables.
Desesperación y frustración
En su visita al Líbano el mes pasado, el representante de política exterior de la UE, Josep Borrell, lo confirmó. «Estamos listos para ayudar, si esto es lo que quieren», confesó después de la visita. «Pero si hay más obstáculos para las soluciones a la actual crisis multidimensional en el país, tendremos que considerar otros cursos de acción … incluyendo sanciones específicas».
No ha habido más información oficial sobre cuándo, o incluso si, se podrían aplicar sanciones contra los líderes libaneses. Sin embargo, tanto Francia como Alemania parecen apoyar la idea. Durante una conferencia en la que se pidió una mayor investigación sobre la mortal explosión del puerto de Beirut, la Embajada de Alemania en el Líbano confirmó que la UE estaba estudiando sanciones contra los líderes libaneses.
Francia ya había tomado algunas medidas unilateralmente y comenzó a bloquear las visas para algunos funcionarios libaneses en abril de este año.
La élite libanesa se ‘ríe’
Todo el sistema libanés necesita un cambio fundamental, sostuvo Barnes-Dacey. «Pero la élite política libanesa probablemente estaría dispuesta a ver que el país se deteriora aún más en lugar de tomar medidas que amenacen su propio control del poder político y económico», argumentó.
Joseph Bahout, director del Instituto Issam Fares de Políticas Públicas y Asuntos Internacionales con sede en la Universidad Americana de Beirut, estuvo de acuerdo.
«La clase política libanesa es muy cínica», especificó. «Han visto cosas peores y se están riendo de esto». Como ejemplo, citó la prohibición francesa de visas. «Ellos suelen tener dos o tres pasaportes y simplemente entran a Europa a través de otro país, como Italia», señaló Bahout. «Luego vemos fotos de ellos comprando en París o Niza».
