
WASHINGTON DC – La persecución del exatleta olímpico convertido en narcotraficante, Ryan James Wedding , ha revelado una faceta crucial de su operación criminal: el uso sofisticado de criptomonedas para lavar las masivas ganancias del tráfico de cocaína. Las autoridades estadounidenses han confirmado que el «criptolavado» fue una herramienta fundamental para la organización de Wedding, permitiéndole transferir millones de dólares a través de fronteras sin ser detectado por los sistemas bancarios tradicionales.
Wedding, acusado de múltiples asesinatos y de liderar una red de contrabando de cocaína desde Colombia y México hasta Canadá y EE.UU. UU., aprovechó la naturaleza descentralizada de las divisas digitales.
Anonimato y Velocidad, las Claves
El método del «criptolavado» permitió a la red convertir el dinero en efectivo obtenido de las ventas de droga en criptomonedas. Esto facilitó dos objetivos cruciales:
Anonimato Transfronterizo: Las criptomonedas permitieron a la organización pagar a sus proveedores y cómplices en Latinoamérica sin activar las alertas de las regulaciones internacionales contra el lavado de dinero (AML).
Velocidad: Las transferencias millonarias podían realizarse en minutos, asegurando que el dinero llegara rápidamente a la cadena de suministro, desde los cárteles en México hasta los productores en Colombia.
La Oficina de Fraudes del Departamento de Justicia ha calificado la operación como un ejemplo del auge de las «cripto-narcorredes». La identificación de los wallets y las transacciones digitales vinculadas a Wedding ha sido un pilar en la reciente oleada de arrestos y sanciones financieras contra sus cómplices, incluido su socio Andrew Clark .
Aunque la organización está siendo desmantelada pieza por pieza, la capacidad de Wedding para evadir la captura se atribuye, en parte, a su dominio de las herramientas digitales financieras, demostrando que el crimen organizado se ha adaptado por completo a la era digital.






