Los Dodgers de Los Ángeles confirmaron su favoritismo en la postemporada al derrotar nuevamente a los Rojos de Cincinnati, completando una barrida en la serie de comodines y asegurando su pase a la Serie Divisional de la Liga Nacional.
La gran figura de la jornada fue el lanzador japonés Yoshinobu Yamamoto, quien dominó desde el montículo con una actuación impecable que dejó sin opciones a la ofensiva rival.
Yamamoto lanzó siete entradas de calidad en las que permitió apenas tres imparables, no otorgó bases por bolas y ponchó a nueve bateadores.
Su control y velocidad marcaron la diferencia, demostrando por qué fue una de las adquisiciones más comentadas de la temporada baja. “Me preparé toda mi carrera para momentos como este. Estoy feliz de poder ayudar al equipo a seguir adelante”, declaró el lanzador tras el encuentro.
El respaldo ofensivo no se hizo esperar. Mookie Betts conectó un cuadrangular en la tercera entrada que encendió a los fanáticos en el Dodger Stadium, mientras que Freddie Freeman aportó dos carreras impulsadas con un doblete en la quinta. La ofensiva angelina castigó a los lanzadores de Cincinnati con un total de nueve imparables, manteniendo la presión constante durante todo el encuentro.
Para los Rojos, la derrota significó el cierre de una temporada marcada por altibajos. Pese a un plantel joven y con talento, la falta de experiencia en postemporada se hizo evidente frente a un equipo de los Dodgers que cuenta con profundidad en todas sus líneas.
Con esta victoria, los Dodgers avanzan a la Serie Divisional donde se medirán a un rival aún por definir, pero llegan con la confianza en alto tras demostrar un rendimiento sólido tanto en el pitcheo como en la ofensiva. El equipo angelino busca repetir el éxito de temporadas pasadas y volver a colocarse como uno de los grandes favoritos al título de la Serie Mundial.
