
Ucrania, 7 sep – Rusia lanzó durante la noche el mayor ataque aéreo desde el inicio de la guerra, alcanzando por primera vez el principal edificio gubernamental en el centro de Kiev y dejando al menos cuatro muertos, incluido un bebé, según informaron autoridades ucranianas.
El presidente Volodymyr Zelenskiy confirmó que el masivo asalto con drones y misiles impactó en varias regiones del país, incluidas Zaporizhia, Kryvyi Rih, Odesa, Sumy y Chernihiv. “Estos asesinatos ahora, cuando la verdadera diplomacia pudo haber comenzado hace mucho tiempo, son un crimen deliberado y una prolongación de la guerra”, señaló en X, renovando su llamado a los aliados para reforzar las defensas aéreas ucranianas.
Kiev bajo fuego
Al amanecer, una columna de humo se elevaba desde el último piso en llamas del edificio gubernamental en el histórico distrito de Pecherskyi, un área considerada hasta ahora segura. Testigos describieron escenas de caos en la capital, con apartamentos dañados, familias envueltas en mantas y equipos de rescate luchando contra incendios en múltiples barrios.
El Ministerio del Interior informó que más de 20 personas resultaron heridas en Kiev, mientras que las alertas aéreas se mantuvieron activas por más de 11 horas. En el distrito Darnytskyi, al este del Dniéper, se recuperó el cuerpo de un bebé entre los escombros de un edificio residencial. En Sviatoshynskyi, al oeste de la ciudad, un bloque de nueve plantas quedó parcialmente destruido y los restos de drones provocaron incendios en varias torres de apartamentos.
El mayor despliegue de drones desde 2022
La fuerza aérea ucraniana aseguró que Rusia lanzó 805 drones y 13 misiles durante la ofensiva, de los cuales 751 drones y cuatro misiles fueron derribados. Se trata del ataque con drones más grande registrado desde el inicio de la invasión en febrero de 2022. Moscú afirmó que sus objetivos fueron instalaciones militares e infraestructura de transporte, mientras ambas partes negaron haber atacado civiles.
Yulia Svyrydenko, primera ministra de Ucrania, calificó el ataque como un golpe simbólico sin precedentes. “Reconstruiremos los edificios, pero las vidas perdidas no se pueden recuperar. El enemigo aterroriza y asesina a nuestra gente cada día”, subrayó.
Reacciones internacionales y tensiones diplomáticas
El primer ministro polaco, Donald Tusk, afirmó que el ataque “demuestra una vez más que las demoras en una respuesta firme contra Putin y los intentos de apaciguarlo son inútiles”. Zelenskiy, por su parte, dijo haber hablado con el presidente francés Emmanuel Macron para coordinar próximos pasos diplomáticos.
Mientras tanto, el presidente estadounidense, Donald Trump, expresó su frustración con Moscú tras su reunión con Vladimir Putin el mes pasado, aunque aún se ha resistido a imponer sanciones más severas. Dijo que trabaja en “garantías de seguridad” que podrían contribuir a poner fin al conflicto, el más mortífero en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.
Ucrania contraataca a la infraestructura energética rusa
En respuesta, el ejército ucraniano informó que atacó el oleoducto Druzhba en la región rusa de Bryansk, causando “daños significativos”. Este objetivo se enmarca en la estrategia de Kiev de golpear la infraestructura energética rusa, pilar de la economía del Kremlin.
Explosiones sacudieron también la ciudad de Kremenchuk, interrumpiendo el suministro eléctrico y dañando un puente sobre el Dniéper. En Krivói Rog, los bombardeos se centraron en la infraestructura urbana, mientras que en Odesa se reportaron incendios en varios bloques residenciales y tres heridos.
El ataque masivo no solo intensifica la devastación en Ucrania, sino que también refuerza el clima de incertidumbre sobre el futuro del conflicto, en un momento en que las posibilidades de una negociación de paz parecen cada vez más lejanas.