La administración de Donald Trump enfrenta un nuevo desafío mediático tras la desclasificación de miles de documentos relacionados con el caso del fallecido financiero Jeffrey Epstein. Un correo electrónico filtrado, enviado originalmente por un fiscal de Nueva York en enero de 2020, revela que el actual mandatario voló en el jet privado de Epstein —conocido como el «Lolita Express»— al menos ocho veces durante la década de 1990.
Hallazgos en los registros de vuelo
Según el documento del Departamento de Justicia, los registros obtenidos por la fiscalía del Distrito Sur de Nueva York muestran que Trump fue pasajero en vuelos de Epstein mucho más de lo que se había reportado anteriormente. Los datos indican que:
Trump realizó al menos ocho trayectos entre 1993 y 1996.
En al menos cuatro de esos vuelos, Ghislaine Maxwell, quien cumple una condena de 20 años por tráfico sexual, estaba presente.
En un vuelo específico de 1993, los únicos pasajeros registrados eran el propio Epstein y Trump.
En otro trayecto, la lista de pasajeros incluía a ambos hombres y a una mujer de 20 años, cuya identidad permanece bajo reserva.
La contradicción con declaraciones previas
Estas revelaciones chocan directamente con las declaraciones públicas de Trump. En 2024, el entonces candidato aseguró a través de redes sociales que «nunca estuvo en el avión de Epstein» ni visitó su isla privada. Aunque el correo del fiscal aclara que no hay evidencia de actividad criminal por parte de Trump en esos vuelos, la discrepancia entre sus palabras y los registros oficiales ha reavivado las críticas de sus opositores.
Impacto de la Ley de Transparencia
La divulgación de estos documentos fue obligatoria debido a la Ley de Transparencia de los Archivos Epstein, aprobada recientemente por el Congreso en noviembre de 2025. A pesar de los intentos previos por mantener estos registros sellados, la nueva legislación forzó al Departamento de Justicia a hacer pública toda la información no clasificada.
El equipo legal de Trump ha restado importancia a los archivos, calificándolos como un intento de «deflexión» frente a sus éxitos políticos. Sin embargo, para la opinión pública, la presencia de testigos potenciales del caso Maxwell en esos mismos vuelos garantiza que el tema seguirá siendo parte del debate nacional durante 2026.
