Un nuevo funcionario del régimen chavista
está en la mira de la justicia norteamericana. Este jueves, el Departamento del
Tesoro aplicó sanciones contra Luis Motta Domínguez, ex ministro de Energía
Eléctrica de Nicolás Maduro, luego de que la Corte Federal del Distrito Sur de
Florida presentara cargos en su contra por lavado de dinero y conspiración de
lavado.
La medida también incluye al ex
viceministro de Finanzas e Inversiones de ese ministerio, Eustiquio José Lugo
Gómez, según informa el diario El Nuevo Herald.
«Motta y Lugo otorgaron a tres
compañías con sede en Florida más de USD 60 millones en contratos de
adquisición con (la estatal eléctrica) Corpoelec a cambio de sobornos que les
fueron pagados para su propio beneficio», señala la acusación.
«En lugar de utilizar sus cargos
oficiales para servir al pueblo venezolano, se enriquecieron ilegalmente y
contribuyeron a la crisis eléctrica», dijo el Secretario del Tesoro Steven
T. Mnuchin, en un comunicado divulgado por el Tesoro norteamericano.
La Corte de Miami llegó a esta resolución
luego de que dos empresario se declararan culpables esta semana de conspirar
para violar la ley de prácticas corruptas en el extranjero (FCPA, por sus
siglas en inglés), en el marco del esquema de pagos con Corpoelec.
Los empresarios en cuestión son Jesús
Ramón Veroes, de Venezuela, y Luis Alberto Chacín Haddad, de Miami, quienes se
declararon culpables el 24 de junio ante la juez de distrito Cecilia Altonaga.
Ambos admitieron haber acordado con otros co-conspiradores sobornar a funcionarios
de Corpoelec a cambio de obtener órdenes de compra para compañías con sede en
Florida.
Como parte del acuerdo que alcanzaron con
la Fiscalía, se comprometieron a pagar a las autoridades al menos 5 millones y
medio de dólares, y entregar propiedades ubicadas en la Florida.
De acuerdo a El Nuevo Herald, se prevé
que los empresarios sean sentenciados el 4 de septiembre.
«Los altos funcionarios de CORPOELEC
recibieron sobornos, por lo menos desde 2016, de dos empresarios venezolanos a
cambio de adjudicar contratos para equipos costosos para mantener la
infraestructura eléctrica venezolana. Algunos de los equipos recibidos como
parte de estos contratos eran incompatibles con el sistema eléctrico
venezolano, lo que los hacía inútiles y contribuían al deterioro continuo del
sistema eléctrico», señaló el Departamento del Tesoro..
Este miércoles, USA y Panamá se dieron citan en el estadio Children’s Mercy Park, ubicado en Kansas City en juego correspondiente al cierre de la fase de grupos de la Copa de Oro 2019.
USA hizo respetar su casa y se impuso a la Selección Panameña por la mínima, con gol del atacante del Toronto FC, Jozy Altidore. Durante la primera mitad la iniciativa fue del seleccionado dirigido por Gregg Berhaalter, quien decidió para este compromiso formar con un equipo suplente, dándole descanso a jugadores que regularmente son titular, al igual que Los ‘Canaleros’, que también dejaron en el banco de suplentes a gran parte de sus jugadores principales.
El primer tiempo acabó cero a cero, algo que suele ser una estadística recurrente en partidos entre estas dos selecciones, puesto que en los 11 juegos en los que Panamá ha enfrentado a Estados Unidos, el ‘Seleccionado Gringo’ nunca le ha marcado gol en la primera parte a su rival.
Para el tiempo complementario el panorama fue el mismo, con el onceno de las ‘barras y las estrellas’ dominando, y con la resistente zaga panameña manteniendo a raya a los atacantes rivales. Hasta que al minuto 66, después de un tiro de esquina y un deficiente rechazo de la defensa canalera, Jozy Altidore concibió un genial remate de chilena para anotar un golazo y darle la venta a su selección.
Con esta victoria Estados Unidos se ratifica como líder del Grupo D con 9 puntos y clasificado a la siguiente fase, Panamá es segunda con seis y cierran Guyana como tercero y Trinidad y Tobago ultimo ambos seleccionados con una unidad.
Famoso en todo el mundo a partir de su
rol protagónico en Alf, la serie furor de los ’80 donde interpretaba a Willie, el
padre del alien proveniente del planeta Melmac, Max Wright falleció hoy a los
75 años víctima del cáncer contra el que venía luchando desde hace años.
Fuentes de la familia le confirmaron la
noticia al sitio norteamericano TMZ. Según informaron, el artista, que tenía
dos hijos –Ben y Daisy– fruto de su relación con Linda Ybarrondo -con quien se
casó en 1965- , y fue parte también de otros recordados ciclos como Buffalo
Bill, Cheers, Misfits of Science, Dudley y Norm, y en las películas All That
Jazz, Reds, The Sting II, Soul Man y The Shadow, entre otros tantos, murió en
su casa de las afueras de Los Ángeles.
El actor, formado sobre las tablas de
Broadway , empezó su carrera con un papel en La gran esperanza blanca, la obra
de Howard Sackler que narra la vida del boxeador Jack Johnson.
En tanto, su primer trabajo en televisión
fue en la película In Fashion, en 1975.
Sin embargo, también se destacó como el médico nazi Josef Mengele en
Había que sobrevivir, un film inspirado en la autobiografía de Fania Fenelon,
una música judía capturada por los nazis.
Tras participar en un par de títulos
fuertes en cine –All that jazz, Reds– su rostro empezó a hacerse más conocido
con su papel en Buffalo Bill, una sitcom emitida en 1983 y 1984 y ambientada en
el mundo de los talk-shows.
Claro que el reconocimiento popular y que
lo marcó para siempre llegaría de la mano de
ALF (un acrónimo de Alien Life Form, traducido como Forma de Vida
Extraterrestre), la serie narra la historia de un extraterrestre procedente del
planeta Melmac que cae por accidente en la casa de los Tanner, una familia de
California.
Una vez repuestos del estupor, los
Tanner, con Willie, el rol de padre de familia interpretado por Wright, a la
cabeza -el grupo se completaba con mamá Kate (Anne Schedeen), sus hijos, Lynn
(Andrea Elson) y Brian (Benji Gregory), y un gato, Suertudo– se encariñan con
la extraña criatura, a la que protegen de una división militar encargada de la
caza de extraterrestres y de la curiosidad de amigos y parientes.
La serie se estrenó el 22 de septiembre
de 1986 por la cadena NBC, con un éxito inmediato. El carisma de la simpática
criatura -una marioneta manejada por Fusco y personificada por el actor de
origen húngaro Michu Meszaros cuando la situación así lo requería- fue un imán
para todo tipo de público.
El final de Alf llegó abruptamente
después de cuatro temporadas y casi cien capítulos. Los creadores intentaron mantenerla con el
filme Proyecto ALF, que se estrenó en 1996, con un elenco totalmente distinto
al original y que decepcionó a los fanáticos.
Su imagen ligada a Willie Tanner privó
a Wright de un papel más recurrente que
el que tuvo en Friends. Claro que golpe más duro llegó al promediar los ’90,
cuando le diagnosticaron un linfoma que luego de una dura batalla durante años
terminó llevándolo a la muerte.
Su vuelta a la actuación la vivió como
una resurrección. «Vuelvo a la vida luego de estar en la cornisa»,
declaró por entonces, cuando fue nominado a los Premios Tony por su rol en
Ivanov.
Luego de llevar adelante un papel regular
en la sitcom The Norm Show, la vida actoral de Wright parecía demostrar que
había vida más allá de ALF. Sin embargo, en 2000 y en 2003 fue noticia por
conducir en estado de ebriedad, un hecho intrascendente pero que se magnificó
por tratarse de una estrella de la televisión.
Sin embargo, lo peor para su imagen
llegaría años después, cuando en 2012, el National Esquire publicó la noticia
«Estrella de ALF atrapado en un fumadero de crack», donde aparecía un
supuesto Wright consumiendo droga y teniendo sexo con dos indigentes.
Según el testimonio del director del
video, Wright había perdido el rumbo, su esposa lo había echado de la casa y
había convertido su nuevo hogar en un aguantadero. «Max accedió a ser
filmado teniendo sexo sin protección con dos gays que encontramos en la
calle», contó la fuente al tabloide británico.
Si bien el actor desmintió tal situación,
el medio no se retractó y el caso nunca fue del todo aclarado. Lo concreto fue
que a partir de aquél episodio Max Wright cayó en el ostracismo y poco se supo
de su paradero hasta el día de hoy. De hecho, su última imagen pública data de
2017, cuando se lo vio sacando la basura algo desmejorado y con ropa de
entrecasa.
Cuando la precandidatura de Donald Trump
despertaba comentarios burlones, en 2015, la enorme cantidad de competidores
dentro el Partido Republicano también era un factor que se señalaba como
risible: eran 17. En 2019 el Partido Demócrata rompió ese récord, y son tantos
los que buscan la nominación —20— que los debates se dividieron en dos noches
en Miami: hoy y mañana.
Los estadounidenses escuchan por primera
vez a senadores, representantes y funcionarios —un gobernador y dos alcaldes
entre ellos— que quieren tener la dura tarea de competir con Trump, quien
aspira a un segundo periodo en la Casa Blanca, el año próximo. Afuera quedaron
otros 14 políticos que no lograron los criterios partidarios: obtener 65.000
donaciones para sus campañas, con al menos 200 en 20 estados diferentes, o
llegar al menos al 1% en tres encuestas nacionales.
La primera en hablar, la senadora por
Massachusetts Elizabeth Warren, vistió durante la tarde un centro de detención
para niños inmigrantes solos, en Homestead, al sur de la península de la
Florida. También lo hizo otra de las precandidatas que llegaron hasta el
Adrienne Arsht Center para la primera noche demócrata, la senadora de Minnesota
Amy Klobuchar.
Si el 71% de los estadounidenses creen
que la economía marcha bien (y el 60% de los demócratas), ¿los cambios que
propone Warren podrían ser peligrosos? La senadora eligió cuestionar la primera
pregunta de la noche: «La economía marcha bien para los que tienen dinero,
pero no para todos los demás».
Habló de los más ricos en la cima de la
pirámide, de las empresas farmacológicas, de los administradores de cárceles
privadas, y a cada caso le opuso el del ciudadano común que sufre por sus
operaciones. Recibió, apenas comenzada la noche, una ovación.
Los demás contendientes que el Comité
Nacional Demócrata (DNC) eligió para el miércoles 26 son el ex representante (y
carismático candidato a gobernador de Texas) Beto O’Rourke; el senador por
Nueva Jersey Cory Booker; el hispano, y ex secretario de Vivienda y Desarrollo
Urbano de Barack Obama, Julián Castro; el gobernador del estado de Washington,
Jay Inslee; el alcalde de la ciudad de Nueva York, Bill de Blasio; el
congresista por Ohio Tim Ryan; el ex representante de Maryland John Delaney y
una de los de Hawaii, Tulsi Gabbard.
Kobluchar («No todo el mundo
comparte la prosperidad»), Booker («Esta economía no funciona para el
estadounidense promedio sino para las grandes empresas que pagan cero dólares
en impuestos como Amazon»), O’Rourke (en discurso bilingüe) y Castro
eligieron orientaron sus respuestas al aspecto económico de las preguntas que
habían recibido.
La segunda ovación fue para el hispano:
«Crecí con una madre que nos crío a Joaquín y a mí sola. Sé lo que es
luchar, sé cómo viven las madres que cobran menos sólo por ser mujeres. Haré
que pase una ley de igualdad de derecho salarial». Cuando los aplausos
mermaron, Castro agregó: «Se ha pasado ya la hora».
El tema de la inmigración también causó
voces elevadas. Hubo varias menciones a la foto de los cadáveres abrazados de
Oscar Martínez y su hija de menos de dos años, que intentaron cruzar el río
Bravo. «Esa foto trágica —y lo digo como padre— no pertenece a nuestro
sistema de valores. A los espectadores: si ustedes creen que el sueño americano
les ha sido arrebatado, eso no lo hicieron los inmigrantes: lo hicieron las
corporaciones, el 1% lo hizo», dijo De Blasio.
O’Rourke recibió la pregunta en
castellano (también lo haría, al cerrar, Castro, quien dijo «Adiós a
Donald Trump»), y la respondió de manera bilingüe: qué haría al respecto
su primer día en la Casa Blanca: «Tratar a cada persona con el respeto y
la dignidad que merecen como humanos. No vamos a echar a Valeria y su padre
Oscar. No pondremos a los niños en jaulas. No encarcelaremos a las familias que
huyen de la violencia en el mundo».
Castro lo interrumpió: «Eso no es lo
central. Lo central es que tenemos leyes que criminalizan que alguien ingrese
sin documentación en el país. Hay que derogar la normativa que lo convierte en
delito». Al respecto, Klobuchar destacó que estaría dispuesta a mirar la
propuesta De Castro de que el ingreso sin documentos no sea un delito sino una
ofensa civil, «siempre que se tomen provisiones de cuidado contra los
traficantes de personas».
Cuando se pidió que levantaran la mano
aquellos que quisieran «abolir el sistema privado de salud y crear uno
público», sólo dos lo hicieron: Warren y De Blasio. Comenzó así uno de los
segmentos más fuertes del debate.
«Las familias van a la quiebra por
salud. Y no hablo de familias que no tienen seguro, sino precisamente de gente
que tiene», dijo Warren. El sistema actual «deja a la gente con altas
primas, altos co-seguros y una lucha constante para que las empresas cubran
algo». ¿Su solución? Hacer universal el sistema público, al que sólo
acceden hoy menores pobres, discapacitados y jubilados, Medicare. «La
salud es un derecho humano básico», dijo, y además de aplausos recibió el
asentimiento de varios de sus competidores.
Muchos coincidieron en que un sistema
mixto, que garantice un piso de salud básico y también permita que las personas
que deseen algo mejor contraten seguros privados, era una alternativa.
Se esperaba que el cambio climático fuera
uno de los temas centrales de la conversación demócrata: la elección del 2020
será, se espera, la primera en que será una cuestión decisiva. Inslee, que
tiene responsabilidades ejecutivas como gobernador del estado de Washington,
dijo que esta generación de políticos «es la primera que siente en carne
propia el cambio climático y la última que puede hacer algo. Es una crisis. Es
una emergencia», enfatizó y habló de las prácticas de energía limpia que
impulsó desde Seattle.
«¿Quién hará de esto una prioridad?
Yo digo que tiene que ser el principio organizador para movilizar a los EEUU. Y
para generar trabajos», agregó. En énfasis lo siguió Castro, quien aseguró
que lo primero que haría sobre esta cuestión si fuera presidente sería
«volver al Acuerdo de París».
O’Rourke prometió un plan de USD 5
billones para que los Estados Unidos abandonaran los combustibles fósiles, lo
cual reduciría a la mitad las emisiones de gases del efecto invernadero hacia
2030. Ryan llamó la atención sobre el costo de compensar por la emisión de
carbono: «Hay que ser realista», advirtió.
El tema del derecho al aborto estuvo
presente en el segmento sobre salud: lo sobrevoló O’Rourke y lo mencionaron
Warren y Castro (quien, además, dijo que cree en la «libertad
reproductiva» y la «justicia reproductiva» también para personas
transgénero), pero Inslee se jactó de ser «el único candidato aquí que ha
firmado una ley que protege los derechos de una mujer a la salud reproductiva y
el seguro de salud». Klobuchar ironizó: «Sólo quería agregar que aquí
hay tres mujeres que hemos luchado bastante por el derecho de las mujeres a
elegir».
Warren agregó que dado que la mayoría de
los estadounidenses apoyan la sentencia de la Corte Suprema a favor del derecho
al aborto, Roe versus Wade, «es hora de hacer una ley federal» para
evitar retrocesos como se han dado recientemente en varios estados.
Trump no fue particularmente atacado, o
siquiera muy mencionado, durante el debate demócrata del miércoles 26; la
cobertura de los medios destacó la ausencia del tema de impeachment y la
investigación del fiscal especial Robert Mueller. La senadora Klobuchar volvió
a aportar sarcasmo a la noche, al sobrevolarlo. Al responder una pregunta sobre
la tensión entre los Estados Unidos e Irán, dijo: «Creo que no deberíamos
desarrollar nuestra política exterior en bata y a las 5 de la mañana».
Tampoco el presidente se manifestó sobre
le encuentro, hasta que tuiteó que se aburría. Pero luego una interrupción
técnica forzó el relleno de los minutos con encuestas y comparaciones. Trump
volvió entonces a su cuenta de Twitter: «NBC y NSNBC deberían estar
avergonzados por haber sufrido un desperfecto técnico tan horrible en el medio
del debate. ¡Realmente poco profesional y sólo propio de una organización de
noticias falsas, que es lo que son!»
Los derechos civiles, la discriminación de
la comunidad LGBTQ, el racismo, el estancamiento económico de los trabajadores,
la violencia por armas de fuego («Siete menores murieron hoy por la
violencia de armas. Es una emergencia nacional de salud en este país»,
dijo Warren), el terrorismo internacional, China, Rusia, las nominaciones a la
Corte Suprema y la educación fueron otros de los temas que marcaron la primera
noche demócrata.
Dado que, de los cinco favoritos según
las encuestas, sólo estuvo Warren, la noche más fuerte será la del jueves, cuando
hablarán los otros cuatro: el ex vicepresidente Joe Biden, el senador por
Vermont Bernie Sanders, la senadora por California Kamala Harris y el alcalde
de South Bend, en Indiana, Pete Buttigieg.
También en el escenario del 27 estarán el
senador por Colorado Michael Bennet, la senadora por Nueva York Kirsten
Gillibrand, el ex gobernador de Colorado John Hickenlooper, el congresista por
California Eric Swalwell, la gurú espiritual Marianne Williamson y el
emprendedor Andrew Yang.
Del mismo modo que Trump eligió Orlando
para lanzar oficialmente su campaña en un estadio para 20.000 personas, los
demócratas comienzan en Miami su apelación al votante estadounidense. El estado
de la Florida no sólo puede favorecer tanto a republicanos como a demócratas
(por sus resultados, por ejemplo, se definió la selección de George W. Bush en
2000 sobre Al Gore) sino que aporta 29 votos cruciales para obtener los 270 que
se necesitan en el Colegio Electoral.
Los dos debates, de 9 a 11 de la noche,
se transmiten por NBC, MSNBC y Telemundo, y cuentan con una lista de
moderadores que compite en extensión con la de oradores: Lester Holt (de
Nightly News), Savannah Guthrie (Today), José Díaz-Balart (Telemundo), Chuck
Todd (Meet the Press) y Rachel Maddow (MSNBC).
Tal como anunció NBC News, los candidatos
contaron con 60 segundos para responder preguntas y 30 segundos para responder
a una re-pregunta; no pudieron hacer una presentación introductoria pero sí un
cierre al final del debate. El límite de tiempo estuvo siempre presente: a
varios hubo que interrumpirlos, y en muchas ocasiones.
Ni Biden, ni Sanders ni Warren necesitan
la exposición de estas presentaciones, observaron los analistas; en realidad,
Biden ha cometido algunos errores al hablar en público, y la ocasión se prestaría
para eso. En cambio, figuras como Buttigieg O’Rourke, Booker o Harris se
podrían beneficiar de causar una buena impresión al público..
La aerolínea Air India informó este
jueves que uno de sus aviones aterrizó de urgencia en el aeropuerto de Londres
Stansted por una amenaza de bomba. Dos cazas británicos la escoltaron.
El avión afectado fue el vuelo AI 191,
que debía unir el trayecto entre las ciudades de Mumbai y Nueva York, en
Estados Unidos.
La compañía comunicó que proporcionará
actualizaciones sobre la situación y que por el momento no se encontró ningún
artefacto.
En tanto, el aeropuerto de Stansted expresó en Twitter que su pista fue reabierta y que se encuentra completamente en operación después del «aterrizaje preventivo» del vuelo de Air India.
#UPDATE Our runway has now re-opened and is fully operational following a precautionary landing of Air India flight. We are sorry for any disruption caused by the incident and would like to thank you for your patience.
— London Stansted Airport (@STN_Airport) June 27, 2019
«Lamentamos cualquier inconveniente
causado por el incidente y agradecemos su paciencia», agregó el
aeropuerto..
El exjefe policial venezolano Iván
Simonovis, que pasó 15 años recluido por autoridades chavistas, dijo el
miércoles que viajó a Washington para informar a legisladores y funcionarios
estadounidenses sobre las «actividades criminales» del gobierno de
Nicolás Maduro.
«Es información sobre actividades
criminales que mantiene Nicolás Maduro en Venezuela. Estoy hablando de la
guerrilla (colombiana), del Hezbolá y de otras operaciones como
narcotráfico», dijo.
Desde el lunes, cuando hizo público en
Twitter que estaba «LIBRE», divulgando fotos en las que se lo veía
junto a una ofrenda floral al pie del monumento al libertador Simón Bolívar en
el centro de Washington, Simonovis dijo que mantuvo reuniones en el Congreso,
el Departamento de Estado y agencias de investigación e inteligencia.
«Yo vine aquí a trabajar por la
libertad de mi país», afirmó.
Simanovis abandonó el 16 de mayo su
arresto domiciliario en Caracas, por el cual purgaba una pena de 30 años por
dos asesinatos cometidos durante un golpe de Estado en 2002 contra el fallecido
expresidente Hugo Chávez.
«Para yo salir de Venezuela fue
necesario el apoyo de muchas personas, entre ellas funcionarios activos,
militares, que no están de acuerdo con lo que está sucediendo en el país,
funcionarios que se pusieron del lado correcto de la Constitución», contó.
«Esos funcionarios me han
suministrado mucha información que es la estoy trayendo a este país para que se
sume a los expedientes que ya existen y para abrir investigaciones por otros
casos que estoy presentando aquí», añadió.
El presidente interino Juan Guaidó dijo
que indultó a Simonovis el 30 de abril, cuando también fue indultado y liberado
de su arresto domiciliario el líder opositor y mentor de Guaidó, Leopoldo
López.
Simonovis relató que el 1 de enero pasado
conversó con López y ambos acordaron junto a otras personas «una serie de
estrategias» que denominaron «Operación Libertad» con el fin de
sacar a Maduro del poder.
«La Operación Libertad ha ido
avanzando poco a poco (…) sobre todo en el reconocimiento del mundo de que
Venezuela es un régimen de dictadura», dijo, aunque aclaró que el cambio
«no es nada sencillo».
Simonovis, detenido en 2004, era
considerado uno de los más antiguos «presos políticos» por la
oposición y organizaciones de derechos humanos.
Este miércoles contó que estuvo encerrado
en un calabozo del Sebin, «en una mazmorra de dos metros por dos
metros» durante nueve años, en los cuales tuvo acceso al sol apenas 33
días.
«Allí pasé los peores años de mi
vida», dijo en declaraciones junto a su esposa Bony.
Consultado sobre si tiene previsto hablar
con el exjefe del Sebin Cristopher Figuera, quien huyó de Venezuela tras
coordinar la fracasada rebelión del 30 de abril contra Maduro y el lunes llegó
a Estados Unidos, Simonovis dijo que no está en contacto con él.
«No tengo nada en agenda con él ni
sé dónde está», aseveró.
Un militar que viajaba en la avanzadilla
del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, camino del G20 en Japón fue detenido
en el sur de España con 39 kg de cocaína en su maleta y encarcelado, indicaron
este miércoles las autoridades.
«Iban en la maleta 37 tabletas de
cocaína que arrojaron un peso de 39 kilogramos», precisó una portavoz de
la Guardia Civil en Sevilla. «En la maleta sólo había droga», añadió.
Un portavoz del Tribunal Superior de
Justicia de Andalucía indicó que el militar pasó a disposición judicial este
miércoles, y que un juzgado decretó en su contra «prisión provisional,
comunicada y sin fianza por un presunto delito contra la salud pública».
El militar fue detenido en el aeropuerto
de Sevilla, España, durante una escala efectuada por el aparato de la fuerza
aérea brasileña en el que viajaba.
El militar viajaba en un avión que hacía
de avanzadilla de la comitiva del presidente brasileño. Éste partió la
madrugada del miércoles a Osaka (Japón), para participar en la reunión del
Grupo de las 20 mayores economías del planeta.
El propio Bolsonaro había anunciado el
martes por la noche en Twitter «la detención en Sevilla de un militar del
ejército del aire en posesión de estupefacientes».
«En caso de que se compruebe la
implicación del militar en ese delito, será juzgado y condenado de acuerdo con
la ley», aseguró el presidente.
«Duque es un promotor de golpes
militares contra Venezuela, es un financista, todo el aparato político de la
oligarquía bogotana está al servicio de acciones agresivas contra la democracia
y la Constitución de Venezuela», asegura el chavismo.
El chavismo dijo que desbarató un plan de
golpe de Estado que se desarrollaría los días 23 y 24 de junio, tras 14 meses
de planificación, y acusó al presidente Iván Duque de ser promotor de estas
acciones por las que ya hay varios detenidos.
El venezolano Jorge Rodríguez aseguró en
una alocución que un grupo de exmilitares de las Fuerzas Armadas planeó durante
14 meses la toma del poder por vías violentas, así como el asesinato de los
principales líderes del chavismo, entre ellos Nicolás Maduro.
De acuerdo con Rodríguez, en estas
acciones, coordinadas desde República Dominicana por el exmilitar venezolano
Eduardo José Báez Torrealba, participarían combatientes israelíes,
estadounidenses y colombianos, quienes integrarían 3 grupos encargados de
asesinar a la plana mayor del «Gobierno de Maduro».
Explicó que la rebelión, para la cual se
habían contactado a oficiales de todos los componentes, incluía también la toma
de bases militares y del palacio presidencial de Miraflores, desde donde
despacha Maduro.
Una vez alcanzado el poder, los
insurrectos proclamarían como presidente de Venezuela al general Raúl Baduel,
un antiguo aliado del chavismo que fue enviado a prisión en 2009 bajo
acusaciones de corrupción.
Rodríguez señaló que el
«Gobierno» conoció los planes por investigaciones de los órganos de
inteligencia y porque muchos oficiales que fueron contactados para sumarse a la
conspiración informaron a sus superiores «en tiempo real».
Añadió que Venezuela solicitó a República
Dominicana la captura y entrega de Báez Torrealba, y que los órganos de
seguridad tienen en su poder 56 horas de grabaciones en las que se ven y
escuchan a los principales líderes del golpe de Estado frustrado como coordinan
las acciones.
Rodríguez también acusó a varios líderes
de la región, entre ellos el presidente Iván Duque, de promover revueltas
militares en Venezuela, un país aquejado por una severa crisis.
Los cultivos de hoja de coca en Colombia
bajaron en 2018 por primera vez en seis años, aunque el descenso fue solo de
medio punto porcentual, según una estimación publicada por la Casa Blanca.
EE.UU. explicó que las áreas sembradas de
coca en 2018 alcanzaron la cifra de 208.000 hectáreas, lo que supone un
«pequeño descenso» de mil hectáreas (0,5 %) respecto a 2017, cuando
se alcanzó el récord de 209.000 hectáreas.
El cálculo anual sobre la producción de
cocaína en Colombia, publicado por la Oficina de Política Nacional para el
Control de Drogas de la Casa Blanca (Ondcp), reveló que el cultivo de hoja de
coca «siguió en niveles históricos en 2018», pero «fue el primer
año en que su cosecha no se incrementó desde 2012».
«El cultivo de coca y la producción
de cocaína en Colombia sigue alta pero se está estabilizando», valoró la
Ondcp en un comunicado.
Específicamente, sobre la producción
potencial de cocaína, la Ondcp dijo haber observado «una pequeña
disminución» en 2019, cuando esa cifra pasó de 900 toneladas métricas
puras en 2017 a 887 durante 2018.
La Casa Blanca atribuye la disminución de
los cultivos y de la producción potencial de cocaína al trabajo que el
presidente Iván Duque, ha hecho para erradicar la siembra ilícita y cerrar los
laboratorios de producción desde que tomó posesión en agosto de 2018.
EE.UU. aseguró que, con Duque, se ha
erradicado un 56 % más de coca al mes que bajo el Gobierno de su antecesor,
Juan Manuel Santos (2010-2018).
«Trabajando junto al presidente
Duque, hemos visto que Colombia ha hecho progresos en conseguir nuestro
objetivo compartido de reducir el cultivo de coca y la producción de
cocaína», destacó en un comunicado el director de la Ondcp, Jim Carroll.
En marzo, el presidente de EE.UU., Donald
Trump, desató la polémica al decir que Duque era «realmente un buen
tipo», pero que desde que asumió la Presidencia llegaban más drogas al
territorio estadounidense.
Trump y Duque se reunieron en la Casa
Blanca en febrero y, entonces, el mandatario estadounidense insinuó que
Colombia estaba atrasada en la erradicación de cultivos de coca.
El presidente interino de Venezuela, Juan
Guaidó, denunció este martes la detención de cinco militares y dos policías
venezolanos -incluido un general- por parte de agentes de inteligencia, y dijo
que se desconoce su paradero.
«Es momento de que la familia
militar hable con contundencia y claridad de lo que pasa en Venezuela. ¿Va la
Fuerza Armada (…) a seguir como escolta de un dictador? Lo esconden o se
esconden detrás de él. Que defina entonces la Fuerza Armada», subrayó.
«Hoy para nosotros es un deber denunciar
la desaparición forzosa» de un general, dos coroneles, un capitán de
corbeta y un teniente de la Fuerza Armada, señaló el jefe del Parlamento,
reconocido como presidente interino de Venezuela por medio centenar de países.
Durante un debate legislativo que
denunció la «persecución» contra los uniformados descontentos con el
régimen de Nicolás Maduro, Guaidó también se refirió a la
«desaparición» de dos comisarios de la policía científica (CICPC),
conocida el fin de semana.
Los militares fueron arrestados el pasado
viernes tras participar en una reunión, dijeron diputados que señalan como
captores a agentes de la contrainteligencia castrense, aunque familiares
apuntan al servicio de inteligencia.
Guaidó no detalló las razones de las
capturas, aunque indicó que estos casos demuestran que «quedan
funcionarios dispuestos a ponerse del lado de la Constitución» y no de
Maduro, a quien tilda de «usurpador» del poder.
Los congresistas que intervinieron en el
debate criticaron que las aprehensiones se produjeron en medio de la visita de
la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet,
quien pidió la liberación de opositores presos antes de partir el viernes.
El presidente interino, quien intenta
quebrar el apoyo militar al gobierno desde que ocupa ese cargo hace cinco
meses, llamó una vez más a la Fuerza Armada a romper con Maduro, a quien culpa
de la peor crisis económica del país petrolero en su historia reciente.
La comisión de Defensa del Parlamento
-único poder votado libremente y bajo control de la oposición a Maduro- sostuvo
que 198 militares están presos por traición a la patria y conspiración, entre
otros cargos. En ese grupo están incluidos los cinco oficiales capturados el
viernes.
Tras la sesión de este martes se
registraron incidentes en las afueras del palacio legislativo, en el centro de
Caracas, donde partidarios chavistas insultaron a Guaidó a su salida, y luego
agredieron el vehículo de un parlamentario rompiéndole los vidrios.
Según la ONG Foro Penal, en Venezuela hay
688 «presos políticos», aunque Maduro rechaza considerarlos como tal..