París — En una de las mayores sorpresas de la temporada, el británico Cameron Norrie derrotó al número uno del mundo, Carlos Alcaraz, en una emocionante jornada del Masters de París. El marcador final, 6-4, 3-6, 7-5, refleja la intensidad de un encuentro en el que el español nunca logró imponer plenamente su ritmo, mientras que Norrie desplegó un tenis disciplinado, táctico y sin fisuras mentales.
Desde el primer set, Norrie mostró un plan de juego claro: evitar los intercambios largos, mantener la agresividad con su revés y atacar el segundo servicio del español. Su consistencia desde el fondo de la cancha y su precisión en los momentos decisivos desconcertaron a Alcaraz, que llegó al torneo como favorito tras una destacada temporada en superficie dura.
El británico, actualmente fuera del top 10, aprovechó cada vacilación del murciano. En el tercer set, cuando todo parecía inclinarse nuevamente a favor del español, Norrie logró un quiebre crucial en el undécimo juego, que terminó sellando una de las victorias más importantes de su carrera. “Sabía que tenía que jugar un tenis casi perfecto para vencerlo. Hoy todo salió como lo planeé”, declaró visiblemente emocionado tras el encuentro.
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Alcaraz, por su parte, reconoció los méritos de su rival y evitó excusas. “Cameron jugó increíble, muy sólido en todos los aspectos. No encontré mi mejor nivel, pero esto es parte del tenis”, afirmó. La derrota representa un tropiezo inesperado en la recta final de su preparación para las ATP Finals, donde buscará cerrar la temporada en lo más alto del ranking.
La victoria de Norrie no solo remueve el cuadro del Masters de París, sino que también confirma que el británico sigue siendo uno de los jugadores más competitivos del circuito. En un torneo lleno de figuras, su triunfo es una muestra de que, en el tenis moderno, el hambre y la concentración pueden vencer incluso al talento más deslumbrante.
