En todo el país, miles de canadienses están pasando el fin de semana en una lucha desesperada con las inundaciones crecientes causadas por las precipitaciones inusualmente persistentes.
En la provincia más afectada de Quebec, el alcalde de Montreal Denis Coderre declaró el estado de emergencia el domingo por la tarde. La orden permanecerá en efecto durante al menos 48 horas, dando a la ciudad el poder de forma más eficaz y rápida frente a la situación.
El movimiento se produce después de que tres diques cedieran en el municipio Pierrefonds-Roxboro de la ciudad, ubicado en el extremo norte. Los hogares ya habían sido evacuados en ese barrio, así como en las dos islas cercanas, Île-Bizard y la pequeña Île-Mercier.
Las inundaciones en la provincia se espera que el pico de hoy debido a la lluvia continua en la mayoría de las zonas afectadas.
In total, nearly 1,900 homes in 126 Quebec municipalities have been flooded, with more than 1,000 residents leaving the affected zones.
A total of 1,200 Canadian Forces personnel are expected to be deployed across western and central Quebec by the end of the day Sunday, as high water continues to threaten hundreds of residences. That’s up from the 400 troops initially pledged.
‘Remove the people’
A state of emergency was also declared Sunday in the community of Rigaud, Que., located just west of Montreal.
Mayor Hans Gruenwald Jr. has ordered a mandatory evacuation of the region’s flood zones, saying authorities could no longer guarantee the safety of residents. He told reporters that firefighters will be going door to door to make sure people in the affected areas leave their homes.
«We will follow the fire department and actually remove the people if need be,» Gruenwald said. «Because it is either that or services will be stuck to remove those people under a state of emergency at two o’clock in the morning on a stretcher. I’m sorry but we are not going to go there.»
Aunque la lluvia ha comenzado a morir, el meteorólogo Bruno Marquis, de Environment Canada, dijo que gran parte de Quebec aún debe esperar otros cinco a 10 milímetros el domingo.
En Gatineau, Quebec, cerca de Ottawa, alrededor de 700 personas se han visto obligadas a abandonar unas 390 viviendas mientras el río Ottawa continúa aumentando.
Más de 80 soldados llegaron a la región el domingo por la mañana para ayudar con los esfuerzos de socorro. Se les ha encargado llenar y apilar sacos de arena, así como rescatar familias en hogares cortados por el agua.
En el cercano pueblo de Cumberland, Ontario, justo al este de Ottawa, un heroico esfuerzo de sacos de arena no logró impedir que decenas de hogares fueran inundados.
La comunidad de Clarence-Rockland, en el este de Ontario, también ha estado en estado de emergencia desde el jueves, con 181 edificios en riesgo de inundación.
Alain Masson y su pareja, Melanie Marcil, viven en una casa frente al mar en Clarence-Rockland. Pero después de una semana de tratar de mantener las aguas ascendentes lejos de la propiedad, decidieron que era hora de irse.
«Es hermoso cuando es hermoso, pero es un infierno cuando es un infierno. El infierno está en su punto más alto en este momento», dijo.
