
Los Toronto Blue Jays están a un paso de hacer historia. Con una victoria contundente de 5-1 sobre Los Angeles Dodgers en el Juego 5, el equipo canadiense quedó a solo un triunfo de conquistar su primer título de Serie Mundial desde 1993. El Rogers Centre fue una fiesta de principio a fin, con más de 48.000 fanáticos que vibraron con cada lanzamiento y celebraron el poder ofensivo y la serenidad del cuerpo de lanzadores.
El abridor Kevin Gausman fue la figura del encuentro, dominando a la temida alineación de los Dodgers con una mezcla letal de rectas y sliders. En siete entradas completas, permitió solo cuatro hits y una carrera, mientras que Bo Bichette y Vladimir Guerrero Jr. se encargaron del resto con el bate, impulsando tres de las cinco carreras del equipo.
El mánager John Schneider destacó la disciplina y madurez de sus jugadores: “Hemos aprendido de cada derrota y cada inning. Este equipo cree en su proceso y en la fuerza de su grupo. Falta un juego más, pero sabemos que nada está ganado hasta el último out”.
Por su parte, los Dodgers enfrentan un panorama complicado. Sus estrellas Mookie Betts y Freddie Freeman no han logrado producir al nivel esperado, y el bullpen ha mostrado grietas en momentos decisivos. Para Los Angeles, el reto será revertir la serie en casa y forzar un séptimo y definitivo juego.
La ciudad de Toronto vive un ambiente de euforia contenida. Bares, calles y plazas se preparan para una posible celebración que podría unir nuevamente a todo Canadá en torno a su equipo nacional de béisbol. Si los Blue Jays logran la victoria en el próximo juego, escribirán un nuevo capítulo dorado en la historia del deporte canadiense.






