
Alberta se encuentra en el centro del debate nacional tras el éxito rotundo de una petición ciudadana contra las propuestas separatistas impulsadas por sectores políticos locales. La iniciativa, conocida como la “Petición por una Alberta Unida”, superó todas las expectativas al reunir más de 456.000 firmas en apenas tres semanas, convirtiéndose en una de las movilizaciones cívicas más grandes en la historia reciente de la provincia.
El movimiento surgió como respuesta al creciente discurso de independencia promovido por grupos que abogan por la separación de Alberta del resto de Canadá, en protesta por lo que consideran una distribución desigual de recursos y una representación política injusta en Ottawa. Sin embargo, miles de ciudadanos, empresarios y líderes comunitarios han manifestado que la independencia no es la solución, sino un riesgo para la estabilidad económica y la cohesión nacional.
“Alberta ha prosperado dentro de Canadá, y dividirnos no resolverá los desafíos estructurales que enfrentamos. Lo que necesitamos es diálogo, reformas y cooperación, no separación”, expresó Lydia McPherson, una de las portavoces de la campaña, durante una conferencia en Edmonton.
El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, felicitó públicamente la iniciativa, afirmando que “la unidad es la mayor fortaleza del país” y prometió escuchar las preocupaciones de los habitantes de Alberta, especialmente en temas de energía, impuestos y participación política federal.
Por su parte, el premier provincial Danielle Smith reconoció la importancia del movimiento ciudadano, aunque recordó que el descontento con el gobierno central es “real y profundo”, e instó a Ottawa a atender las demandas que dieron origen al sentimiento separatista.
Analistas políticos señalan que este episodio refleja el pulso entre el federalismo canadiense y las tensiones regionales que, aunque históricas, se han intensificado con la volatilidad del sector energético y las políticas ambientales federales.
La “Petición por una Alberta Unida” sigue abierta a nuevas adhesiones y busca presentar sus resultados ante el Parlamento de Canadá en los próximos días, como símbolo de un llamado a la unidad y al diálogo constructivo.






