La startup cuántica de Toronto Xanadu Technologies Inc. inauguró oficialmente el lunes una nueva instalación que le permitirá empaquetar internamente su tecnología de chips líder en el mundo.
El empaquetado es el paso final en el proceso de fabricación de un chip y proporciona el entorno mecánico en el que opera. Si bien Xanadu anteriormente subcontrataba este proceso a instalaciones en otros países, ahora la empresa puede cortar, pulir, empaquetar y unir sus propios chips en el mismo edificio que ya opera en el centro de Toronto.
Este es un paso clave para la empresa, que tiene el objetivo de establecer un centro de datos cuánticos en Toronto en 2029. A principios de este mes, Xanadu informó un nuevo hito en su esfuerzo por desarrollar una forma de computación cuántica basada en la luz que pueda operar a escala comercial: la creación de un solo chip que contiene un código de detección de errores en un pulso de luz láser.
Este avance es significativo porque permite imaginar un sistema de computación cuántica que funcione a la escala de un centro de datos, afirmó Christian Weedbrook, director ejecutivo y fundador de Xanadu.
Ahora, un paso más en el viaje de estos chips, cruciales para hacer realidad el centro de datos, tendrá lugar en Canadá.
«Es una tecnología soberana. Es importante para Canadá. Es importante para nosotros como nación», dijo el Sr. Weedbrook.
Después de ocho meses de construcción de las nuevas instalaciones, dijo, las solicitudes de otras empresas de todo el mundo para utilizarlas ya han comenzado a llegar.
Dentro de uno o dos meses, Xanadu comenzará a externalizar sus instalaciones a otras empresas y universidades, afirmó el Sr. Weedbrook. La demanda es tan grande que funcionará 24/7.
«Esto es realmente importante para nuestra soberanía en IA y cuántica», dijo Evan Solomon, Ministro de IA e Innovación Digital de Canadá, en una ceremonia de inauguración el lunes.
Sin embargo, la ubicación y la apariencia de la planta de envasado que costó 10 millones de dólares contradicen su estatus de clase mundial.
Xanadu ocupa dos pisos superiores en una torre en la esquina de Bay Street y College Street, pero los empleados deben tomar el ascensor de servicio hasta P1 para ingresar a su nuevo espacio.
Anteriormente un almacén en el nivel del estacionamiento, el sótano se encuentra junto a Dollarama y cerca de una panadería Farm Boy. En el vestíbulo, donde los visitantes deben ponerse cubrebotas, se percibe el aroma a pan recién horneado.
Parte de la razón de su ubicación subterránea reside en la enorme cantidad de máquinas necesarias para realizar las tareas. Una de ellas, donde los chips se unen a un sustrato como paso final, pesa 3,5 toneladas.
Andrey Goussev, jefe de operaciones de hardware en Xanadu, dijo que la compañía consideró enviar la maquinaria a su laboratorio en el piso superior mediante una grúa, pero eso habría requerido el cierre de Yonge Street, entre otras dificultades logísticas.
“Tuvimos que llamar a un ingeniero estructural para que verificara que realmente se nos permitiera traerlo aquí desde el principio”, dijo, refiriéndose al espacio del sótano.
Para limitar la cantidad de partículas de polvo que flotan en el espacio, el personal debe usar batas de laboratorio o trajes de cuerpo entero, y para evitar la acumulación de electricidad estática, se utiliza calzado especial disipador de electricidad estática. El aire de la sala también se renueva cada cinco minutos. Todas estas medidas ayudan a proteger la sensibilidad de los chips.
Como destacó Solomon el lunes, Xanadu posee la propiedad intelectual de su proceso de empaquetado. Además de la fabricación de las obleas utilizadas para crear los chips, la empresa canadiense tiene control total sobre todo su proceso de fabricación.
El Sr. Weedbrook dijo que la nueva instalación de empaquetado juega un papel clave para garantizar que Xanadu tenga la calidad de chip necesaria para hacer realidad sus sueños de centro de datos.
