
En medio de un escenario global marcado por tensiones geopolíticas y reajustes económicos, Estados Unidos y Canadá se preparan para dar un paso clave en su relación bilateral. Según fuentes diplomáticas, ambos países ultiman los detalles de un nuevo acuerdo comercial que podría ser anunciado oficialmente durante la próxima cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), a celebrarse en noviembre.
El pacto busca modernizar y fortalecer los lazos económicos entre las dos naciones, enfocándose en áreas estratégicas como la transición energética, la tecnología limpia, la inteligencia artificial y la seguridad en las cadenas de suministro. Este nuevo marco de cooperación se concibe como una evolución del histórico T-MEC, con un enfoque más amplio hacia los desafíos del siglo XXI.
“Estamos trabajando para construir un comercio más resiliente, sostenible y equitativo”, afirmó un portavoz del Departamento de Comercio estadounidense. Desde Ottawa, el gobierno canadiense ha subrayado la importancia de mantener una relación sólida y equilibrada con su principal socio económico, destacando que más del 70% de sus exportaciones tienen como destino el mercado estadounidense.
El nuevo acuerdo también busca impulsar la competitividad regional frente a las potencias asiáticas, especialmente China, reforzando el papel de América del Norte como bloque estratégico dentro del comercio global. Temas como la innovación tecnológica, la producción de semiconductores y la reducción de emisiones industriales se perfilan como ejes centrales del pacto.
La cumbre de la APEC, que reunirá a los líderes de 21 economías del Pacífico, podría así convertirse en el escenario de un anuncio histórico para la cooperación económica norteamericana. Si se concreta, el acuerdo marcaría un nuevo capítulo en la relación entre Washington y Ottawa, reafirmando el compromiso de ambos países con un comercio abierto, moderno y sustentable.