MILÁN — El Inter de Milán venció el martes 4-3 al Barcelona después del tiempo extra en otro encuentro emocionante para alcanzar su segunda final de la Liga de Campeones en tres años.
Al final, se necesitó tiempo extra, dos remontadas asombrosas del Barcelona y 13 goles (algunos de ellos fascinantes) para separar a los dos equipos y ver al Inter imponerse por 7-6 en el global.
El suplente Davide Frattesi fue el héroe del tiempo extra para el Inter, rematando en el minuto 99 y dejando a los jugadores del Barcelona desplomados en el suelo y a todos sus compañeros nerazzurri —incluidos los que estaban en el banquillo— corriendo a celebrar con él.
Momentos antes, Frattesi había estado animando a la ya ruidosa multitud del San Siro a hacer más ruido y la atmósfera se volvió aún más febril después de su gol.
El Inter, que perdió la final ante el Manchester City en 2023, se enfrentará al Paris Saint-Germain o al Arsenal en Múnich el 31 de mayo. El PSG venció al Arsenal por 1-0 en Londres la semana pasada en su primer partido.
Pero el Barcelona ya había estado en esa posición antes, habiendo ido perdiendo 2-0 al comienzo del partido de ida la semana pasada antes de asegurar un emocionante empate 3-3 .
Y Eric García marcó nueve minutos después del descanso antes de que Dani Olmo marcara de cabeza el gol del empate seis minutos después.
Raphina parecía haber asegurado la victoria para el Barcelona cuando puso al equipo español en ventaja dos minutos antes del final, al atajar el rebote después de que Yann Sommer hubiera salvado su disparo inicial.
Sin embargo, Francesco Acerbi, de 37 años, empató sorprendentemente en el tiempo añadido (con su primer gol en una competición europea) para añadir otros 30 minutos al tentador encuentro.
Frattesi ya había demostrado ser crucial saliendo desde el banquillo con anterioridad, tanto para Italia como para el Inter, y lo volvió a ser, controlando el pase de Mehdi Taremi y burlando a Pau Cubarsí antes de rematar con un tiro curvo que batió a Wojciech Szczęsny.
El Barcelona estuvo cerca de empatar de nuevo, pero Sommer hizo una parada con la punta de los dedos para desviar el disparo de Lamine Yamal a su poste.
