
Por un estrecho margen, el Partido Socialdemócrata venció en los comicios legislativos ante el frente político ultraderechista Verdaderos Finlandeses.
Con un estrecho margen de dos décimas más que el ultraderechista Verdaderos Finlandeses, el Partido Socialdemócrata (SDP) ganó los comicios legislativos.
De acuerdo con los datos oficiales, con el 99,3% de las papeletas escrutadas, el SDP, liderado por Antti Rinne, obtuvo el 17,7% de los votos a favor mientras que el también opositor partido Verdaderos Finlandeses aseguró el 17,5%.
Los sondeos previos a las elecciones ya indicaban que Rinne, quien fue ministro de Finanzas del anterior gobierno, asumió el liderazgo de su partido desde 2014 y en los últimos años fue la cabeza de la oposición al primer ministro Juha Sipila, sería el próximo primer ministro de Finlandia.
Sin embargo nada estaba confirmado, pues la televisión estatal anticipaba también que las mayorías en el parlamento de los social demócratas (que concentrarían el 19% de la intención de voto) tendrían que enfrentar el auge del Partido Finns (traducido como “Verdaderos Finlandeses”), de corte nacionalista, que según la encuesta alcanzaría el 16,3% de los votos.
Más de 4,5 millones de votantes estaban convocados a participar en estos comicios, a los que concurrieron 2.468 candidatos de 19 partidos y movimientos políticos. Más de 1,5 millones de electores, equivalentes al 34,5 % del censo total, votaron de forma anticipada durante la semana pasada, utilizando un sistema implantado en 1970 para favorecer la participación.
“Hemos doblado nuestro apoyo en los sondeos de opinión durante los pasados seis meses”, afirmó el líder de los Finns, Jussi Halla-aho, luego de votar en el barrio Eira, uno de los más costosos de Helsinki. “Queremos reducir al mínimo posible el tipo de inmigración que está, en nuestra opinión, haciendo daño a las finanzas públicas de nuestro país y a la protección y seguridad de la gente”.
Mientras los seguidores del Social Demócrata respaldaban las políticas sociales y las respuestas al sistema pensional debilitado ante una sociedad con más adultos mayores que jóvenes, los Finns argumentaban que el país había gastado mucho en asuntos como el cambio climático o la migración.
Durante la campaña, Antti Rinne abogó por la recepción de algunos refugiados por motivos políticos, tal como lo ha hecho hasta ahora la nación.
El exlíder sindical dijo que aumentaría los impuestos para financiar este tipo de políticas y combatir la inequidad económica, que -según él- se incrementó durante el gobierno de centro derecha de Juha Sipila.
Pero para los detractores de Rinne los problemas del país son otros. La migración creciente, los casos de abuso sexual de menores en los que fueron acusados inmigrantes y la creciente ola de rechazo a los migrantes en Europa han fortalecido la imagen del Finns.
“Estamos pasando por un shock cultural en Finlandia. Parte de la población está en una especie de estado de shock en medio de todo el cambio que está pasando, y como resultado ellos toman la mano del Partido Finns”, afirmó Karina Jutila, investigadora en jefe del centro de pensamiento e2.
“Queremos una política climática más moderada y sensible, que no expulse a las industrias de Finlandia a países como China”, dijo el parlamentario Jussi Halla-aho a Reuters luego de votar. En el Finns, su partido, son fuertes críticos de la OTAN y la Unión Europea. Por eso, a menos de un mes de las elecciones parlamentarias de la UE, en Bruselas miran de cerca las elecciones finlandesas.
El triunfo de los Social Demócratas en Finlandia, no obstante, es excepcional en la región. En septiembre, el partido de la misma corriente en Suecia pudo conservar el poder, aunque sufrió la peor derrota de su agrupación en 100 años. Para lograr construir gobierno, el primer ministro Stefan Lofven y su partido tuvieron que aceptar algunas políticas de derecha.
En Dinamarca, los Social Demócratas tomaron esa decisión antes de las elecciones en junio. La intención de voto en su favor viene en ascenso, en parte debido a la aceptación de la retórica en contra de la inmigración a su país.
Los partidos europeos en contra de la migración han anunciado que planean unir fuerzas de cara a las elecciones del 26 de mayo. Su plan supondría cambios en la forma como hasta ahora se ha administrado el bloque.