
MONTREAL, Canadá. – Una historia de ambición y caída ha sacudido la industria turística global. Sonder Holdings Inc., la cadena de hoteles y apartamentos boutique que prometía revolucionar las estancias urbanas, ha anunciado su quiebra de manera abrupta, dejando a miles de huéspedes varados en más de 40 ciudades alrededor del mundo, incluyendo Toronto, Nueva York, Madrid y Barcelona.
La noticia del colapso, aunque aún pendiente de comunicación oficial a la Comisión de Bolsa y Valores (SEC), se precipitó tras un movimiento decisivo del gigante Marriott International. Marriott anunció la rescisión inmediata de su acuerdo de licencia con Sonder, citando «incumplimiento contractual» (reportado por fuentes internas como impago). Este acuerdo, firmado apenas un año antes, había permitido que las más de 9.000 unidades de Sonder se integraran en la prestigiosa plataforma de Marriott Bonvoy.
De la Cima del Nasdaq a la Bancarrota
Fundada en Montreal en 2014, Sonder se había posicionado rápidamente como una favorita de los viajeros jóvenes y los nómadas digitales, ofreciendo la flexibilidad de un apartamento con los servicios de un hotel. La compañía debutó en el Nasdaq en 2021 con una valoración multimillonaria, pero la falta de rentabilidad y las pérdidas netas significativas reportadas a lo largo de 2024 y 2025 erosionaron su capitalización de mercado hasta llegar al colapso.
La quiebra tuvo un impacto inmediato y caótico. Clientes que se encontraban alojados en propiedades de Sonder fueron expulsados de sus habitaciones con poco o ningún aviso, como sucedió en España, donde huéspedes recibieron mensajes instándolos a abandonar el establecimiento antes de la mañana siguiente.
Marriott Se Desvincula y Asiste a Huéspedes
Marriott International actuó rápidamente para controlar el daño reputacional, emitiendo un comunicado en el que aseguraba que la rescisión respondía exclusivamente al fracaso de su socio operador. El gigante hotelero se ha comprometido a devolver el dinero a aquellos clientes que hayan contratado sus estancias en Sonder a través de los canales directos de Marriott. Sin embargo, los huéspedes que reservaron a través de agencias de viaje o plataformas de terceros han quedado en el limbo, debiendo buscar el reembolso directamente con los intermediarios.
El dramático final de Sonder deja un vacío en el modelo de alojamiento flexible y subraya la volatilidad del sector tecnológico aplicado a la hotelería.






