La policía francesa informó este martes la detención de cinco nuevos sospechosos relacionados con el audaz robo ocurrido hace dos semanas en el Museo del Louvre, en París. Las autoridades continúan investigando la sustracción de varias piezas de arte valoradas en millones de euros, en un caso que ha conmocionado al mundo cultural y reavivado el debate sobre la seguridad en los principales museos europeos.
Según fuentes policiales citadas por Le Monde, los arrestos se realizaron en diferentes puntos de Francia, incluyendo Marsella, Lyon y la capital. Los sospechosos, todos hombres entre 25 y 40 años, estarían vinculados a una red internacional dedicada al tráfico ilícito de obras de arte. La Fiscalía de París confirmó que se han recuperado dos piezas robadas durante los allanamientos, aunque otras cuatro continúan desaparecidas.
El robo, ocurrido durante la madrugada del 12 de octubre, fue ejecutado con precisión profesional. Los ladrones lograron desactivar temporalmente los sistemas de alarma y accedieron a una de las galerías menos vigiladas del museo, llevándose esculturas y objetos renacentistas de alto valor histórico.
Las autoridades francesas trabajan en colaboración con Interpol y Europol, ya que se sospecha que parte del botín podría haber sido trasladado fuera del país. Expertos en arte señalan que este tipo de robos suelen tener encargos previos de coleccionistas privados en el mercado negro.
El Ministerio de Cultura de Francia anunció que se reforzarán las medidas de seguridad en el Louvre y en otros museos nacionales, con especial énfasis en la vigilancia nocturna y el monitoreo digital. “Proteger nuestro patrimonio cultural es una prioridad nacional”, declaró la ministra Rachida Dati.
La investigación sigue abierta, y se espera que en los próximos días se realicen nuevas detenciones. Mientras tanto, el Louvre permanece bajo estricta supervisión, decidido a evitar que su prestigio vuelva a verse amenazado.
