
21 mayo – Cinco personas fueron condenadas a prisión por insultar racialmente al delantero del Real Madrid Vinicius, durante un partido, en un fallo histórico que condena los insultos racistas en un estadio de fútbol como un delito de odio, dijo LaLiga el miércoles.
En diciembre de 2022, el internacional brasileño Vinicius, pareció ser objeto de insultos en la victoria del Real Madrid por 2-0 ante el Real Valladolid cuando pasó junto a los aficionados tras ser sustituido en el estadio José Zorrilla.
La Audiencia Provincial de Valladolid impuso a los cinco infractores una pena de un año de prisión y multas que oscilan entre los 1.080 euros (1.226,12 dólares) y los 1.620 euros.
Las penas de prisión fueron suspendidas con la condición de que no cometan ningún delito en los próximos tres años, y tampoco se les permitirá asistir a ningún partido durante el mismo período.
«Gracias a la gestión de LaLiga, que interpuso la querella y actuó inicialmente como única acusación particular -a la que posteriormente se unieron el jugador Vinicius, y el Real Madrid, así como el Ministerio Fiscal-, se ha logrado esta sentencia ejemplar», afirmó LaLiga en un comunicado.
«Esta decisión judicial supone un hito sin precedentes en la lucha contra el racismo en el deporte en España, donde, hasta ahora, las sentencias habían abordado conductas contra la integridad moral con agravante racial.
«El hecho de que esta sentencia se refiera explícitamente a crímenes de odio asociados con insultos racistas refuerza el mensaje de que la intolerancia no tiene cabida en el fútbol».
En España, las penas de prisión inferiores a dos años por delitos no violentos rara vez exigen que un acusado sin condenas previas cumpla penas de cárcel.
En junio del año pasado, tres aficionados del Valencia fueron condenados a ocho meses de prisión por insultar a Vinicius con «gritos, gestos y cánticos alusivos al color de su piel».
En septiembre, un aficionado que insultó racialmente a Vinicius y al jugador del Villarreal Samuel Chukwueze en dos partidos en Mallorca en 2023 fue declarado culpable y recibió una pena de prisión suspendida.
El agresor fue condenado a 12 meses de prisión en suspenso tras disculparse en una carta a Vinicius y recibir formación antidiscriminación, pero también se le prohibió entrar en los estadios durante tres años.