
Catorce personas perdieron la vida en una operación militar ejecutada por fuerzas estadounidenses contra cuatro embarcaciones sospechosas de narcotráfico en aguas internacionales cercanas a las costas de Colombia.
El hecho, confirmado por fuentes del Comando Sur de Estados Unidos y autoridades colombianas, ocurrió durante la madrugada del lunes, en una zona del Caribe conocida por ser ruta clave del tráfico marítimo de cocaína hacia Centroamérica y Norteamérica.
Según el informe preliminar, las unidades aéreas y navales estadounidenses detectaron cuatro barcos que navegaban sin bandera ni identificación. Al recibir órdenes de detenerse y no responder, las fuerzas norteamericanas habrían procedido a una acción defensiva tras lo que calificaron como “movimientos hostiles” por parte de las tripulaciones. El enfrentamiento terminó con el hundimiento de las embarcaciones y la muerte de catorce ocupantes, mientras que otros seis fueron rescatados con vida y puestos bajo custodia para investigación.
La Armada de Colombia informó que no participó directamente en la operación, pero mantiene comunicación con las autoridades estadounidenses para esclarecer los hechos. “Estamos verificando la identidad de los fallecidos y el origen de las embarcaciones”, señaló un portavoz del Ministerio de Defensa.
Diversas organizaciones de derechos humanos y expertos en seguridad han pedido transparencia sobre el uso de la fuerza en este tipo de operaciones, especialmente en aguas internacionales. Algunos analistas advierten que este incidente podría tensar nuevamente la cooperación entre Colombia y Estados Unidos en materia de lucha antidrogas, un eje fundamental de su alianza bilateral desde hace más de dos décadas.
Washington, por su parte, defendió la acción, afirmando que forma parte de los esfuerzos regionales contra el crimen organizado transnacional. “Estos operativos son esenciales para frenar las redes de narcotráfico que financian la violencia y la corrupción en el hemisferio”, declaró un vocero del Comando Sur.
Mientras se adelantan las investigaciones, las autoridades colombianas mantienen patrullajes reforzados en el Caribe, ante la posibilidad de nuevos movimientos de grupos dedicados al tráfico marítimo de drogas.






