FILADELFIA, 20 junio – Trece años de dominio europeo en el fútbol intercontinental llegaron a su fin el jueves cuando el equipo estadounidense Inter Miami derrotó al Porto por 2-1 y el brasileño Botafogo superó al campeón de la Liga de Campeones Paris St Germain por 1-0 en el renovado Mundial de Clubes.
El impresionante tiro libre de Lionel Messi aseguró la victoria para el Inter Miami después de recuperarse de un gol en contra contra el equipo portugués, mientras que el campeón sudamericano Botafogo ofreció una exhibición disciplinada para superar al PSG.
Los resultados marcaron un cambio radical en una competición históricamente dominada por equipos europeos, cuya última victoria no europea se produjo en 2012, cuando el Corinthians de Brasil derrotó al Chelsea en la final del Mundial de Clubes.
El triunfo de Botafogo fue particularmente llamativo.
Los campeones brasileños llegaron al torneo con amplio tiempo de preparación, llegando a Estados Unidos con semanas de antelación y realizando un intensivo campamento de entrenamiento en Los Ángeles.
Esto contrasta marcadamente con su agotador calendario de diciembre, cuando tuvieron que jugar la ronda final de la liga brasileña antes de viajar a Qatar para la Copa Intercontinental con menos de 72 horas para recuperarse.
Contra el PSG, el Botafogo dio una clase magistral táctica.
Su compacta formación defensiva frustró a los campeones franceses, que disfrutaron de la mayor parte de la posesión pero tuvieron dificultades para crear ocasiones claras.
«El cementerio del fútbol está lleno de los llamados favoritos», afirmó el entrenador portugués del Botafogo, Renato Paiva.
La disciplina y la compostura de su equipo fueron evidentes en todo momento, ya que anularon las amenazas de ataque del PSG y aprovecharon una rara oportunidad para asegurar la victoria, anotando el gol de la victoria en un rápido contraataque liderado por el delantero Igor Jesus en la primera mitad.
Más temprano en el día, el Inter Miami demostró resiliencia ante el Porto.
Tras ir perdiendo, el equipo reaccionó gracias a la brillantez de Messi, quien ejecutó un sensacional tiro libre con efecto en el ángulo superior para sellar la remontada.
A pesar de que Porto está pasando por una de sus peores temporadas en años, la victoria fue una declaración significativa del equipo de la MLS en el escenario mundial.
Los resultados parecen subrayar un cambio en el equilibrio competitivo en el Mundial de Clubes, con equipos no europeos beneficiándose de una mejor preparación y una mejor programación.
El Flamengo de Brasil y el Boca Juniors de Argentina tendrán la próxima oportunidad de infligir derrotas a rivales europeos el viernes cuando se enfrenten al Chelsea y al Bayern Munich.
Una victoria de cualquiera de los clubes sudamericanos debilitaría aún más el control de Europa sobre el torneo y mostraría a los demás equipos de todo el mundo que no tienen nada que temer de la élite de la UEFA.
