
24 junio – Boca Juniors empató sorpresivamente 1-1 con el equipo amateur Auckland City y no logró avanzar a la fase eliminatoria del Mundial de Clubes el martes en la calurosa Nashville, Tennessee, donde el partido fue suspendido durante casi 50 minutos debido al clima tormentoso.
El equipo argentino Boca llegó al partido necesitando una victoria convincente contra el ya eliminado Auckland City para revertir una diferencia de siete goles con el Benfica y que el club portugués perdiera ante el campeón alemán Bayern Munich en el otro encuentro del Grupo C.
El Auckland City acababa de empatar poco después del descanso cuando un rayo en el área obligó a los jugadores a abandonar el campo. Para cuando se reanudó el partido, el Benfica había conseguido una victoria por 1-0, clasificándose como líder del Grupo C y alcanzando los octavos de final junto con el Bayern.
Boca se adelantó en el minuto 26 cuando Lautaro Di Lollo recibió un córner bien ejecutado y cabeceó el balón al poste antes de que rebotara en el brazo del portero del Auckland City, Nathan Garrow, y entrara en la red como autogol.
Auckland anotó su primer gol del torneo en el minuto 52 cuando Christian Gray envió un cabezazo al interior del poste derecho y superó a un Agustín Marchesin extendido momentos antes de que el juego se suspendiera.
«Marcar ese gol fue simplemente surrealista. Probablemente aún no lo he asimilado. Creo que el club se lo merecía y me alegro por los chicos», dijo Grey, quien es profesor de educación física en Nueva Zelanda.
Boca pensó que había recuperado la ventaja poco después del reinicio, pero una decisión del VAR anuló el gol de Miguel Merentiel debido a una mano de su compañero Kevin Zenón.
Boca terminó tercero en el grupo con dos puntos, uno más que Auckland City que también quedó eliminado del Mundial de Clubes.
«Fue difícil encontrar espacios porque defendieron bien; ese era su objetivo. Nunca se rindieron y no pudimos aumentar la ventaja. Las condiciones climáticas eran duras, hacía mucho calor, y luego, cuando empataron, cobraron nueva fuerza», dijo el delantero de Boca, Edinson Cavani.
El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, estaba entre los presentes en el partido, donde las temperaturas al inicio del mismo rondaban los 96 grados Fahrenheit (35,5 grados Celsius).
Las condiciones de vapor hicieron poco para amortiguar los ánimos de los apasionados hinchas de Boca que pasaron todo el partido cantando al ritmo de los tambores, incluso durante la demora por el clima cuando muchos se negaron a atender los llamados para dirigirse al vestíbulo.
«Gracias a toda la afición que vino y nos apoya como lo hace en casa», dijo el técnico de Boca, Miguel Ángel Russo.
«Hasta su gol, el partido era todo nuestro. La imagen de Boca después de este último partido no es buena. Es el tercer gol a balón parado que encajamos, hay mucho que corregir», añadió el técnico.