SAN SALVADOR, 19 mayo – Las autoridades salvadoreñas arrestaron a una destacada abogada de derechos humanos y anticorrupción por acusaciones de malversación de fondos mientras se desempeñaba como funcionaria estatal.
Ruth López es la directora de anticorrupción y justicia de Cristosal, una de las principales organizaciones no gubernamentales de derechos humanos del país. La policía la arrestó en su domicilio el domingo.
Cristosal ha criticado duramente las políticas de seguridad de línea dura del presidente Nayib Bukele y ha advertido sobre un posible uso irregular de fondos públicos por parte de su administración. El grupo denunció la detención de López y afirmó que formaba parte de una «estrategia sistemática de criminalización contra quienes defienden los derechos humanos».
La Fiscalía General de la República vinculó a López a un caso contra el expresidente del Tribunal Electoral de El Salvador, Eugenio Chicas, quien fue detenido en febrero por acusaciones de enriquecimiento ilícito. Chicas, quien ha negado cualquier irregularidad y se encuentra a la espera de juicio, se desempeñó como secretario de prensa del expresidente Salvador Sánchez Cerén, quien gobernó el país entre 2014 y 2019.
Durante estos períodos, Ruth López colaboró en el robo de fondos del erario público. De acuerdo con las investigaciones y la información recabada en los allanamientos realizados en el caso de Eugenio Chicas, hemos identificado su participación activa en los hechos que se le imputan, declaró la Fiscalía en un comunicado el 10 de marzo.
Cristosal exigió la liberación inmediata de López. Afirmó que se desconocía su paradero y que no había tenido comunicación con su familia ni con su equipo legal durante más de 12 horas, lo que constituye una grave violación de sus derechos fundamentales.
«Las autoridades la han trasladado de un lugar a otro en un operativo deliberado de incomunicación total, impidiéndole ejercer su derecho a la defensa y violando de manera alarmante el debido proceso», indicó en un comunicado.
Bukele, el líder popular de la pequeña nación centroamericana, se ha convertido en un aliado cercano del presidente estadounidense Donald Trump y ha acogido a deportados de Estados Unidos, encarcelándolos en el inmenso Centro de Confinamiento del Terrorismo del país, o CECOT.
Organizaciones de derechos humanos acusan a Bukele de cooptar el sistema judicial y encarcelar a personas inocentes durante un estado de emergencia que duró años. Bukele rechaza las acusaciones y afirma haber logrado la seguridad del país.
